Una semana después de que el ayuntamiento inaugurase los senderos para personas con dificultades de visión en la Plaza de España, el céntrico lugar se ha llenado de obstáculos, lo que supone un incordio para los viandantes en general y una dificultad añadida para los invidentes en particular. Las vallas señalizan los múltiples petachos que se siguen poniendo en la plaza.