Una comisión municipal integrada por técnicos y funcionarios de Intervención, Urbanismo, Movilidad e Infraestructuras firmó ayer el acta de recepción de las obras de urbanización de los solares de la fachada marítima del litoral de Llevant en los que se levanta el Palacio de Congresos y el hotel, incluida la plaza pública existente debajo del puente que comunica estos dos edificios. De esta forma, el mantenimiento del entorno del centro de convenciones ya es de responsabilidad municipal, como lo es cualquier calle de la ciudad. En los próximos días -se espera que antes del próximo uno de abril, fecha en la que se prevé que el hotel abra sus puertas, se retirarán las vallas que circundan los dos edificios y se podrá circular también en ambas direcciones por la calle Felicià Fuster.
Pendientes del Consell
Mientras tanto, habrá que esperar a que el Consell de Mallorca apruebe de una vez el proyecto de ampliación de aceras y pacificación del tráfico que afecta al tramo de la autovía del aeropuerto comprendido entre el nuevo acceso previsto en la calle Brotad y Manuel Azaña. Se trata de un proyecto que, en teoría, cuenta con la financiación desde hace un año -700.000 euros de los fondos de capitalidad correspondientes a 2016-, aunque no se ha ejecutado a la espera de los resultados de un plan de movilidad que ha encargado el departamento de carreteras de la institución supramunicipal. En realidad, este departamento nunca ha sido entusiasta de la propuesta de pacificar el tráfico en este tramo de la autovía, ya que sus técnicos temen que se provoquen atascos.
