La apertura del Palacio de Congresos y del hotel el próximo mes de abril va a cambiar la fisonomía de Nou Llevant. Será, sin embargo, una modificación a cuentagotas. La percepción generalizada de la zona sigue siendo la de un páramo, "con futuro", sí, pero que aún está en compás de espera.

"Sé que hay demanda fuerte pero muy lenta. La zona, a dos pasos de la playa, es prometedora, pero han sido muchos años de abandono. El interés se activará a partir de la inauguración del Palacio", indicó Josep Mir, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria. Con todo, y frente al éxito del centro histórico de la ciudad, o de zonas como Santa Catalina, Mir no augura que "Nou Llevant sea una zona de lujo en los primeros cincos años".

Los vecinos de Palacio son empresas privadas en su mayor parte, van desde Endesa o Mapfre a entidades bancarias como el Santander, pero también hay suelo público, concretamente del Ayuntamiento y del Institut Balear de la Vivienda (Ibavi).

Una superficie de 401.626 metros cuadrados aguarda en un porcentaje elevado un proceso de urbanización que según el Col·legi d'Arquitectes de les Illes Balears debería responder al modelo de "barrio mixto", es decir, ni solo residencial, o cultural, ni solo administrativo. "Lo suyo es que siga el ejemplo de ciudades como Amsterdam, Estocolmo o Bélgica que levantan barrios con mezcla de usos", expresó Nacho Salas, presidente de la Demarcación de Mallorca del colegio.

El arquitecto mantiene la misma cautela que Mir frente a la realidad actual de Nou Llevant. "Aún es una zona parada; hay que esperar a ver la respuesta a las infraestructuras como Can Ribas y Gesa" que, desde el Ayuntamiento, se publicitan como "motores y faros" de la zona. A ellos cabe sumar, la construcción del inmueble, este sí de nueva planta, al que han llamado "Caja de Música" y que será la sede de la Orquestra Simfònica.

El primero de ellos se va a destinar a espacio teatral y de danza. Cort quiere recuperar la antigua fábrica textil que dio vida al barrio de La Soledat en el siglo XX y gracias a una reforma "sencilla", convertirlo en un centro cultural con prioridad para las artes escénicas y la danza. Desde Cort se busca que sobre él pivote el despertar de una zona castigada por el tráfico de drogas.

A unos metros, se construirá la sede de la Orquestra Simfònica, casi vecina del centro social de la Fundación Rafa Nadal, que gestionada por la Fundación Diagrama, pretende favorecer la reinserción social de niños de 6 a 16 años a través del deporte. El solar fue cedido por Cort.

"El ámbito de Nou Llevant es casi la mitad del casco antiguo de Palma", indicó Joan Riera, responsable de Urbanismo del Ayuntamiento. En los más de 400.000 metros cuadrados que ocupa el solar de esta zona, 120.445 corresponden a superficie lucrada, es decir, aquella en la que sus propietarios privados podrán construir. Se permitirán 2.284 viviendas, con alturas de ocho plantas de media. "Las isletas con base de dos plantas, y bloques de ocho. Serán perpendiculares al mar", dijo Riera.

La superficie de espacios libres es de 113.658 metros cuadrados; el de espacios libres y equipamientos, 7.793 metros, y el de equipamientos, 29.773 metros cuadrados. A superficie viaria le corresponden 129.954 metros. En porcentajes, el Nou Llevant se distribuye así: un 29,99% para superficie lucrada; un 28,30% espacio libre; 1,94% espacio libre y equipamientos; un 7,41% para equipamientos y viario, un 32,36%.

Desde el departamento de Urbanismo se especifica que la propiedad privada podrá construir oficinas, viviendas, comercios. En cuanto a la construcción de hoteles, "es un tema a estudiar", contestó Joan Riera. Sin embargo, a la espera de la revisión del Plan General, y ante la apertura del hotel del grupo Meliá, parece lógico que allane el camino a otros establecimientos. Lo sucedido en ciudades como Barcelona así lo indica.

"Queremos poner en valor toda la zona", insisten desde Cort. Lo cierto es que en el barrio "hay abandono", traducido en "falta de limpieza", y sensación de inseguridad "por el tráfico de droga" que se produce en algunas calles de La Soledat como denuncian sus propios vecinos.

Si la inversión privada crece y maquilla el barrio, Joan Riera asegura que no supondrá el traslado de los inquilinos más humildes de la zona. "Habrá convivencia. Queremos que la zona mantenga su diversidad", insisten. Habrá que ver si Nou Llevant no corre la misma suerte a lo sucedido en sa Calatrava y sa Gerreria, que con alquileres disparados por el turismo vacacional ha provocado la expulsión de sus vecinos.