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Reunión

Los demócratas "pioneros" de Cort

Treinta y nueve años después, el primer Ayuntamiento de Palma elegido tras las elecciones de 1979 se reunió ayer en una comida

Es seguro que ni un 10% de los clientes que ayer comieron en El Pesquero sabían que en aquella mesa cuadrada estaban sentados los artífices del primer ayuntamiento democrático de Palma. Han pasado 39 años desde que aquel heterogéneo equipo, liderado por el socialista Ramon Aguiló hicieran política.

"Entramos porque teníamos un compromiso ético y social. Entramos en política a través de la cultura. Teníamos ilusión", indicó el que fue alcalde más joven de la bisoña democracia española.

Frente a él, Jeroni Saiz, la voz de la oposición que por muy poco no logró que su partido, la UCD, se alzase con la victoria de Palma. "Tuvimos mucho debate. No fue fácil. Nos unía ser el primer ayuntamiento democrático, las ganas de cambiar la ciudad y el Ayuntamiento. Creo que éramos muy conscientes de que estábamos en una nueva era", expresó.

Él organizó la comida, junto al socialista Andrés Moreno, uno de los pocos que sigue siendo socialista con carnet del partido, al igual que Miguel Ull. Éste incluso, y aquí sí que se ha quedado en minoría, volvió a la política, al ser opositor en 2011 "al gobierno en Alicante de la corrupta Sonia Castedo".

"No es comparable nuestra sociedad a la actual. Éramos personas con vocación política. Nos movía la ilusión, trabajar por la ciudad y recuperar la democracia. Fue un hito porque todo era nuevo. Y éramos jóvenes", recuerda.

Catalina Moragues e Ignasi Ribas fueron los dos políticos comunistas de aquella corporación que se enfrentaba a una ciudad donde estaba casi todo por hacer. Ella estuvo tan solo un año y medio pero le dio tiempo, entre muchas cosas, de esponjar el tráfico al prohibir la circulación por la calle Unió, salvo para los autobuses y taxis, además de la tentativa de peatonalizar Conquistador. "Se hicieron muchas cosas", indicó la magistrada.

Entre ellas, enumeró Aguiló, "el saneamiento de las cuentas municipales, la recuperación de la ciudad para los olvidados, el plan general, escuelas, centros de salud...".

Y el "toque de modernidad" que se produjo desde el departamento de Cultura que fue responsabilidad de Joan Nadal: "Hoy Palma culturalmente no existe. Creo que la cultura en aquel momento fue de altura internacional, en la oferta teatral, jazz, arte; se inauguró la Fundació Miró... Mi opinión es que tuvimos la capacidad de llegar a acuerdos políticos, y evitamos la actual crispación".

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