Vecinos del centro histórico de Palma ya no aguantan más a los músicos callejeros, por lo menos a los que tocan a todas horas y con amplificadores. Su hartazgo les ha llevado a plantear su queja ante la Defensora de la Ciudadanía, que ya ha abierto expediente sobre esta cuestión y que ha constatado que no se respeta la normativa.

"Llega un momento en que dices ´ya no puedo más´, te provoca agresividad", explica uno de los vecinos de Cort que se ha reunido con la defensora, Anna Moilanen. Este ciudadano asegura que no se cumplen los tiempos máximos de actuación, que es de 30 minutos por músico, que se encadena una actuación tras otra en un mismo lugar, incluso en horario de descanso, y que se utilizan amplificadores e instrumentos prohibidos por la normativa municipal.

Y a todo ello se suma la calidad de los músicos, cuestiona el denunciante. "Es muy repetitivo, el mismo repertorio cada día... Llega un momento que estás harto", afirma el vecino, que prefiere mantener el anonimato.

El problema, asegura el afectado, "se ha agravado en los últimos años y creo que está asociado a la gentrificación".

Él y otros residentes en los barrios de Cort, Sant Miquel y Santa Eulàlia expusieron su quejas a la Defensora de la Ciudadanía de Palma, a finales de febrero, cita a la que no pudo asistir la representante de los residentes en plaza Major, quien también había solicitado ver a Moilanen por el mismo motivo. "Sin habernos puesto de acuerdo, teníamos la mismas sensaciones", señala el vecino de Cort sobre sus denuncias.

Expediente abierto

Como consecuencia de estas reuniones, confirmó ayer Moilanen, esta oficina abrió un expediente y está a la espera de la respuesta oficial del Ayuntamiento a su requerimiento sobre la situación de los músicos callejeros.

Sin embargo, Moilanen asegura que "hay una falta de seguimiento o de sanción y que no existe control por parte del Ayuntamiento".

Esta cuestión, la de los músicos callejeros, se abordará en la nueva comisión de ruidos y salud, constituida por iniciativa de la oficina de la Defensora de la Ciudadanía y en la que participan las áreas municipales de Sanidad, Policía local y Urbanismo. En esta comisión se tratarán los problemas que generan entre los residentes la música de terrazas y bares y de ruido en general. "Cada mes hay cientos de denuncias por este motivo", comenta la defensora. Desde que asumió el cargo, en el mes de agosto, Moilanen ha trabajado en esta cuestión y en la constitución de la comisión ya mencionada, remarca.

Por otra parte, el consistorio está revisando la normativa de ocupación pública, donde se incluye la actividad de los músicos callejeros, confirma Moilanen. "Aunque esto no exime de conocer y cumplir la normativa vigente", remarca la defensora.

En su opinión, "está claro que el Ayuntamiento reconoce que necesita actualizar el reglamento y está revisando la normativa de ocupación de la vía pública".

Sobre esta cuestión, el Ayuntamiento de Palma cuenta también con una comisión que prepara el nuevo texto que recogerá todas las actividades permitidas en la calle.

Música de calidad

Una de las quejas de los vecinos es que muchos de los músicos callejeros llegan a Palma para hacer la temporada y no saben que existe un reglamento y unas condiciones para poder tocar en la calle.

Por ello, una de las peticiones de los denunciantes ante Moilanen es que se controle de alguna manera la calidad musical de los artistas y que estos dispongan de un número de licencia, como se hace en otras ciudades. "Queremos música, pero que tenga calidad", reivindica el representante de los vecinos afectados.

Las quejas y posibles soluciones planteadas ante la defensora son muy similares a las que hace tiempo la asociación de vecinos del barrio de la Seu expuso ante Llorenç Carrió, en aquel momento regidor del distrito Centro.