La plaga de procesionaria que afecta al bosque de Bellver está "bajo control". Así lo afirmó ayer el concejal de Infraestructuras y accesibilidad del Ayuntamiento de Palma, Rodrigo Andrés Romero, que también tiene bajo su responsabilidad el departamento de Parques y Jardines.

Romero explicó que no se han detectado orugas ni bolsas en los pinos situados en las zonas de juegos infantiles ni en los patios de los colegios públicos de la ciudad, por lo que consideran que el tratamiento para el control de la plaga realizada por el sistema de endoterapia a lo largo del año pasado ha dado resultados.

En el bosque de Bellver también se ha aplicado este tratamiento a los árboles situados en las inmediaciones de la zona de juegos infantiles y caminos de acceso público. Según el concejal en estas zonas tampoco se han detectado bolsas ni orugas.

En el resto del arbolado del bosque de Bellver la plaga se controla mediante la colocación de trampas sexuales, que atrapan a una buena parte de la población de mariposas macho, mediante la fumigación por tierra utilizando Bacilus turigiensis, una bacteria que no deja que los huevos eclosionen y se conviertan en orugas.

Según el concejal, debido a las condiciones climatológicas de estos últimos meses, se ha detectado una mayor población de orugas en relación a otros años. En estos momentos, los operarios de la contrata que se encarga de la gestión del bosque de Bellver eliminan las bolsas que aún se pueden observar en los pinos de forma manual.