Ya se sabe que, tanto en la vida privada como en la pública, en muchas ocasiones las promesas se las lleva el viento y, por tanto, no se puede confiar en nada ni en nadie a no ser que quede por escrito. Cuando el gobierno municipal de Catalina Cirer, con el entonces teniente de alcalde de Urbanismo y coordinador municipal Javier Rodrigo de Santos maniobraron como sabemos hoy para comprar la finca de Son Espases Vell para construir el nuevo hospital de referencia utilizando para ello 7,2 millones de todos los ciudadanos, prometieron en varias ocasiones, y sin ningún fundamento, que el solar de Son Dureta, que ocupa 75.000 metros cuadrados, se cedería al Ayuntamiento tras el derribo de las instalaciones y que el solar resultante se sumaría como espacio libre público al Bosque de Bellver. Cuando se supo que el solar de Son Dureta no era del Govern sino de la Tesorería General de la Seguridad Social, se aseguró, también sin acordar nada por escrito con el Ejecutivo de turno, que los edificios se derribarían y, con el fin de que el solar no tuviera que ser devuelto a su titular, se construiría una residencia sociosanitaria, pero que la mayor parte de su superficie se destinaría a la ampliación de la zona boscosa pública.
Otro anuncio sin acuerdo
Ahora, el Govern de Francina Armengol ha presentado un proyecto sociosanitario para Son Dureta, que prevé una inversión de 120 millones (casi la misma que la del Palacio de Congresos) y deja fuera nuevamente un acuerdo en firme con el Ayuntamiento de Palma. Pese a ello, el teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Antoni Noguera, afirma que espera que el nuevo proyecto permita una mejor conectividad de Son Dureta con el bosque de Bellver, además de conseguir algún equipamiento para la barriada.
