Minions, superhéroes, hadas, piratas, niños convertidos en espaguetis andantes, dominós andantes y muchos más disfraces. Todos ellos detenidos en el tiempo; como la mente que inmortaliza la niñez y como la actual tendencia de crear un mannequin challenge, un fenómeno de la red basado en vídeos virales donde los protagonistas están totalmente inmóviles mientras una cámara en movimiento los filma. Así se celebró ayer por la mañana en algunas calles de Palma Sa Rueta, la versión más infantil de carnaval.

El buen tiempo, un sol radiante atemperado a unos quince grados, animó a que cientos de pequeños, acompañados de sus padres, participasen en una jornada amena y muy colorida. Fue horas antes de que tuviese lugar la aun más multitudinaria Rua. Desde Jaume III, hasta la Rambla, así como en las zonas intermedias (Weyler y Riera), se desarrollaron una amplia variedad de actividades para el disfrute de los más pequeños y sus familas. Hubo talleres de títeres, actuaciones musicales, espacios lúdicos, actuaciones de payasos, acrobacias, malabares (estos tres organizados por el Circ Bover), talleres y photocall incluido.

La jornada comenzó a las 10.30 horas. A esa hora el payaso Flop irrumpía en la Plaça del Mercat con una entretenida actividad de presentaciones. Mientras, en la calle de la Riera tenía lugar un mannequin challenge, amenizado en esta ocasión por el grupo The Flanders y que se hizo a las 11, 12 y 13 horas.

Acto seguido, vino un taller de máscaras, marionetas, globoflexia y animación infantil a cargo de Mel i Sucre, Hanna beads, La Fada Despistada y Cucorba. Todo se puso en escena a lo largo de las mencionadas calles, lugares que no pararon de recibir gente durante las tres horas que duró Sa Rueta.

Además, la jornada contó con la comparsa Aires venecians y un pasacalles, al tiempo que el taller Reutilitz' Art ponía la nota de concienciación ambiental del día. Por último, un photocall y un face in hole permitía a los más jóvenes retratarse en un día especial.