El Club del Molinar cumplirá las exigencias impuestas por la Autoridad Portuaria en relación a la reforma del puerto, es decir, mantener las dimensiones y dar continuidad al paseo marítimo, según afirmó ayer el presidente de la entidad, Rafael Vallespir. Tras la reunión del día anterior entre el presidente de la AP, Joan Gual de Torrella, y los socios, su portavoz aseguró que el Club está "condenado a muerte" si Puertos del Estado asume la gestión en marzo de 2018, cuando acaba la concesión de la entidad, debido a que "los socios dejarán de pagar las cuotas, con las que se sufraga la actividad deportiva".

Por ello, mostró su "máxima colaboración" con la AP, incluida la redacción del proyecto, que "se puede realizar conjuntamente". Vallespir dijo desconocer cómo se financiarán las obras y si habrá que cambiar la bocana, aunque apuntó que "si ha estado así cien años, puede estar cien más".