La proliferación de antiestéticas pintadas por Palma es un hecho, pero si encima son realizadas sobre grafitis artísticos o elementos de gran valor patrimonial, el atentado visual es todavía mayor. Ocurre por ejemplo en la barriada del Molinar, donde desde hace años luce un grafiti marinero del artista Soma y recientemente ha aparecido sobre él la palabra ‘Pokeparada’, en referencia al juego de Pokemon. Además, en la muralla de Palma, en el acceso a Dalt Murada desde s’Hort del Rei, hay un grafiti que afea el conjunto y otros muchos en la puerta de madera que comunica con el arco árabe y el estanque de los cisnes bajo el Palacio de la Almudaina.