Los hallazgos encontrados en el Illot de sa Galera lo sitúan como uno de los yacimientos más importantes de la época púnica del Mediterráneo Occidental. Los descubrimientos en la pequeña isla, situada en la bahía de Palma, confirman una historia humana 4.000 años y un gran potencial arqueológico. "Se trata de un yacimiento excepcional, un centro ceremonial único", destacó ayer uno de los responsables de las excavaciones, Jorge Argüello.

Los arqueólogos que han trabajado en la zona en los últimos años han localizado restos de cabañas, probablemente de la época talayótica; diversos objetos que se remontan al año 2000 a.C.; diez cuerpos humanos del siglo I d.C. y 1.400 cormoranes dentro de una cisterna.

Los numerosos materiales encontrados en el yacimiento; como piezas de cerámicas, objetos de bronce, un pozo funerario, entre otros, abarcan las épocas pretalayótica, talayótica y púnica. Los responsables de las excavaciones han explicado que la intervención llevada a cabo en sa Galera tiene tres partes: investigación, divulgación y el futuro.

Los resultados de las investigaciones se remontan a descubrimientos correspondientes al periodo pretalayótico, "que demuestran un componente funerario y ceremonial del yacimiento", indicó Argüello.

La planta del yacimiento corresponde a una estructura del siglo III a.C. y las aportaciones de la época púnica son numerosas: canalizaciones y cisternas y edificios (entre los años 300-123).

Entre los hallazgos más destacados este año, ha sido la presencia de una pieza de cerámica dentro de un pozo de tres metros de profundidad. Se trata de una jarra de entre finales del s. III y principios del II, que fue depositada en un momento del s. II. "El gran mérito que tiene esta jarra es que había sido colocada en el lugar, con una simbología religiosa", explicó el otro responsable de las excavaciones, Ramon Martín.

Este hallazgo lo realizó una niña, Alba, que se encontraba de visita en el yacimiento y que, excavando dentro del pozo, "tuvo la fortuna de encontrar la jarra", relataron como anécdota.

Varios cuencos, siete monedas púnicas, platos de pescado y objetos de bronce (como pequeños anzuelos, clavos) son otros descubrimientos de las investigaciones de los arqueólogos. Uno de los más sorprendentes ha sido la localización de 1.400 cormoranes dentro de una cisterna, que están siendo estudiados por el Imedea.