La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) ha decidido comprar la mitad del agua desalada prevista inicialmente para garantizar el consumo a la ciudad a lo largo de 2017.

El acuerdo se adoptó después de analizar durante el presente mes de enero, con el Ibagua, las reservas almacenadas en los embalses y en los acuíferos.

Se ha llegado a la conclusión de que, si bien los acuíferos han mejorado sus reservas después de las lluvias de los meses de diciembre y enero, no lo han hecho de forma suficiente como para dejar de utilizar recursos externos como el líquido procedente de la desoladora de agua de mar.

Por ello, tal como ya se había anunciado, se va a mantener el aumento de las tarifas aprobadas para este año que, según la empresa, solo va a afectar al 22% de los usuarios y que incrementan la progresividad en función del consumo, además de igualar el precio que se cobra a los hoteles, dejando de subvencionar de forma encubierta a los establecimientos de 4 y 5 estrellas.

El consejo de administración de ayer aprobó la adquisición de 6,25 hectómetros cúbicos de agua en lugar de los 12,5 previstos inicialmente para este año, lo que supondrá un gasto de 5,4 millones en lugar de los 8,6 incluidos en el presupuesto, con una reducción del gasto por este concepto del 35%.

La presidenta de Emaya, Neus Truyol, manifestó que, si bien la reducción del gasto es importante, este sigue siendo significativo.

En estos momentos los embalses se encuentran prácticamente al 100% de su capacidad almacenando en su conjunto unos 12 hectómetros, aunque solo se pueden utilizar entre 8 y 9 porque los pantanos no pueden quedarse vacíos. Este volumen supone, tal como recordó Truyol, el agua necesaria para el consumo de la ciudad durante tres meses.

Las reservas en el acuífero de s'Estremera también han mejorado con las últimas lluvias, puesto que su nivel ha subido 16 metros, lo que supone que el volumen de agua almacenado se ha incrementado 3 hectómetros cúbicos, equivalente a un mes del consumo de Palma.Menos líquido de s'Estremera

Se prevé seguir utilizando agua de este acuífero, aunque en menor cantidad que en años precedentes con el fin de favorecer su recuperación. Explicó que Emaya dispone de un cupo anual de líquido procedente de s'Estremera de 5,5 hectómetros cúbicos y este año se prevé utilizar un 80%, entre 4 y 4,5 hectómetros cúbicos.

El director del Ciclo del Agua de Emaya, Jaume Femenías, explicó que el nivel de este acuífero se encontraba en 2001 a 155 metros de profundidad y ahora está a 86, tras haber subido 17 metros por las últimas lluvias. No obstante, aún se encuentra 40 metros por debajo del inicio de explotación.

El nivel de los pozos de Alaró y Borneta ha subido una media de 40 metros, lo que supone un incremento de las reservas de 4,5 hectómetros cúbicos, el equivalente al consumo de un mes de Palma.

Las fuentes de Mestre Pere, de la Vila y d'en Baster están suministrando ahora el 40% de agua que consume la ciudad en un día, aunque se trata de un recurso temporal y no permanente. El nivel de salinidad de los pozos del Pont d'Inca y de Na Burguesa ha mejorado notablemente, aunque necesita ser potabilizarla para su consumo. Se prevé que 10 hectómetros cúbicos de líquido tengan este origen a lo largo de 2017.

De esta forma, Emaya prevé que este año, de los 33 hectómetros cúbicos de líquido que necesita para abastecer la ciudad, 10 provengan de los pozos salobres, 5 de la desaladora de agua de mar, 4,5 de s'Estremera y el resto de los pozos de Alaró y Borneta, las fuentes y los embalses

Por otra parte, se aprobó la adquisición de 20 camiones por un importe de 700.000 euros que se destinarán a la limpieza de las zonas de los contenedores.