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Sa Torreta

Difícil reducción de tráfico en el Marítim

No acabamos de encontrarle el punto al Passeig Marítim. Lo proyectó Gabriel Roca como una carretera de enlace entre la Riba y los nuevos...

El paseo cuando aún no estaba desdoblado.

No acabamos de encontrarle el punto al Passeig Marítim. Lo proyectó Gabriel Roca como una carretera de enlace entre la Riba y los nuevos muelles que en los años 50 se construían en el Dic de l'Oest y Ponent. Nació con una única vía de dos direcciones y enseguida se convirtió en zona de moda.

Con la misma fuerza con la que se levantaban hoteles y edificios, desaparecían referentes de toda la vida. Solo unos pocos ciudadanos identificarían hoy es Salt des Ca. S'Aigo Dolça preserva a duras penas el topónimo, pero la fuente que desembocaba en el mar y le daba nombre desapareció al mismo ritmo que llegaba el asfalto. La Casa dels Set Pisos aún existe, pero ha perdido su singularidad entre las de diez o quince alturas.

El crecimiento del Marítimo como zona residencial y turística de lujo obligó, apenas una década después de su inauguración, a emprender el desdoblamiento de la calzada. El tráfico había aumentado de forma desmesurada y, de propina, se creaba una nueva línea de atraques para solucionar la saturación que hace 50 años padecía el Club Náutico.

El primer tramo desdoblado iba desde Sagrera hasta el edificio Fénix. La segunda fase se afronto en el primer semestre de 1967 y llegó hasta las inmediaciones del Auditorium. Quedaban 1.700 metros hasta Paraires para completar la obra.

Unos años después el paseo Marítimo quedaba completamente desdoblado. La polémica ha rodeado su evolución. ¿Alejó o acercó Palma al mar?, ¿es un auténtico paseo o una carretera de tráfico intenso? Las moles ocultaron el antaño coqueto barrio de El Terreno igual que hoy miles de embarcaciones impiden ver el mar. Algunas voces han apostado por dar más protagonismo al paseante frente al coche. Cuando se concluyó la Vía de Cintura, Príam Villalonga, entonces presidente de lo que hoy es la Autoritat Portuària, propuso limitar el tráfico a residentes y servicios. Eso permitiría reducir los carriles de seis a dos.

Jamás se hizo. El proceso de expansión de la vía fue muy rápido. La contracción del tráfico continúa aplazada sine die.

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