Recuperada su fisonomía, la plaza de Cort volverá a ser el epicentro de la vida festiva de la ciudad. Así lo indicó ayer el concejal delegado de Infraestructuras, Rodrigo Andrés. Éste convino en que "la tradición fija en la plaza donde está el Ayuntamiento el calendario de fiestas y eventos más importantes de Palma. Los cambios y traslado al passeig del Born han sido coyunturales". Durante los seis meses de obras de restauración en el alero la presencia de andamios en el edificio consistorial junto a las obras de rehabilitación del inminente hotel del grupo Capuccino restaron espacio a la plaza por lo que la celebración del encendido de luces navideño y de la Nochevieja se trasladaron al Born, concretamente al Solleric. La óptima acogida del cambio de escenario llevó al equipo municipal a considerar posible utilizarlo para futuros actos, eso sí, se debía decidir a través de consulta ciudadana. Ahora "todo vuelve a la normalidad".