El Ayuntamiento de Palma ha introducido cláusulas ecológicas, sociales y lingüísticas en el mantenimiento de cuatro playas de la ciudad. La junta de gobierno ha aprobado las cláusulas administrativas por las que se adjudicán los servicios y el mantenimiento de las playas de Cala Major, Can Pere Antoni, Ciutat Jardí y Cala Estancia, por un importe mínimo de 75.900 euros

Queda fuera de este concurso la Platja de Palma, cuya concesión finaliza el 2023, aunque la teniente de alcalde de Medio Ambiente y portavoz municipal, Neus Truyol, aseguró que se mantendrán conversaciones con el actual concesionario con el fin de que vaya incorporando esas cláusulas de forma voluntaria.

Los adjudicatarios deberán garantizar la accesibilidad universal de sus instalaciones, respetar los derechos laborales de sus trabajadores y se les valorará que contraten a personas con discapacidad o en peligro de exclusión social.

También deberán instalar recipientes que puedan recoger las distintas fracciones de residuos, cumplir con el protocolo medioambiental establecido para al retirada de los restos de Posidonia oceánica depositados sobre la playa, no servir bebidas ni alimentos en envases de vidrio en cumplimiento de la nueva ordenanza de limpieza y garantizar que la madera que se utiliza tanto para las pasarelas como para las casetas y las instalaciones en general provenga de una gestión forestal sostenible, entre otras.

Toda la cartelería y la información presente en la playa deberá estar escrita al menos en catalán y los empleados de la concesionaria que atiendan al público deberán acreditar un conocimiento de este idioma oficial con el fin de garantizar el derecho de los usuarios a emplearlo, aunque no se especifica el nivel que deberán poseer.