El cierre del Café Lírico a final de año ha vuelto a encender la alarma de la desaparición de los establecimientos tradicionales en Palma. El motivo también es llamativo, porque este caso no es por jubilación ni falta de relevo generacional, como en muchos cierres de los últimos tiempos, sino por un elevado aumento del alquiler para los inquilinos. La cafetería abierta en 1894 con el nombre de Ca s'Andritxol lleva desde sus inicios en la avenida Antoni Maura, junto a la plaza de la Reina y el paseo del Born, y desde antes de la Guerra Civil en manos de la misma familia, los Ferrer Mas, pero deberán dejar el local porque no pueden pagar los precios que se piden hoy en día en el entorno de la milla de oro comercial.
En solo dos años, el Born ha duplicado la renta media que se demanda por un local, "y sigue subiendo, porque es complicado encontrar uno que se adapte a las necesidades del cliente", tal como afirma la directora en Palma del Grupo Ferran, Chesca Castañer. La compañía especializada en servicios inmobiliarios establece una media mensual de entre 180 y 200 euros el metro cuadrado, cuando en 2014 estaba entre los 80 y 100 euros por metro. Pero Castañer destaca que "todos los precios están supeditados a unas variables que los hacen subir o bajar, porque los operadores quieren que los locales tengan muchos metros de fachada, que sean diáfanos, con más de cien metros cuadrados y cuanta más altura, mejor", enumera.
Las otras dos primeras líneas comerciales de Ciutat, Jaume III y Sant Miquel, han sufrido unos incrementos del 25% en los dos últimos años; y empieza a coger mucha fuerza Antoni Maura, donde está el Lírico. "Desde que se implantó Hugo Boss en la esquina con la plaza de la Reina, las marcas ven que tiene potencial", en palabras de la especialista. Por ahora, la mayoría son negocios de restauración "con contratos de alquiler, pero puede que cambie en el futuro. La imposibilidad de ubicarse en el Born hace que las firmas de ropa busquen en otras vías y la avenida Antoni Maura es la continuidad del paseo". Algo parecido está viviendo la calle Sant Felio, en la que se instauran "boutiques de lujo pero que no son multinacionales, sino marcas alternativas, como Sybilla", pone como ejemplo la responsable del Grupo Ferran.
En Sant Miquel también hay problemas para encontrar local en el tramo comprendido entre la plaza Major y la iglesia -la zona llamada prime o primera línea-, por lo que "los operadores están interesándose cada vez más por el tramo que va desde la iglesia hasta la calle Oms y los precios han subido", en concreto de 100 a 120 euros el metro cuadrado en los dos últimos años.
Otra cifra a tener en cuenta es el precio de los traspasos, cada vez más habituales debido a que "muchos contratos de alquiler son nuevos y la única opción para que el inquilino se vaya es pagarle una indemnización". Por este motivo, se puede llegar en el Born a traspasos que superan el medio millón de euros.
Que un local haya albergado un establecimiento emblemático y tenga elementos patrimoniales a proteger, como la marquesina del Lírico, no es algo que pidan los clientes, aunque "si tienen sensibilidad por estos temas lo valorarán, porque les da un toque especial, con personalidad. Para algunas marcas no supone un impedimento, aunque para otras es un problema", concluye.
