Cuando hace frío, lo mejor es quedarse en casa con la estufa y una manta, arrimarse al calor de una hoguera o pegar botes en un concierto. Pese a que muchos eligieron la primera opción, la Revetla no era una noche para acomodarse en el sofá, por lo que los más animados cumplieron con la tradición y salieron a las calles de Palma para celebrar la fiesta del patrón. La recompensa fue disfrutar de los conciertos sin agobios, en algunas plazas casi en familia, y bailar para calentar el cuerpo y dejar atrás la gélida jornada matinal.

La plaza de la Reina fue una de las más concurridas durante toda la noche, porque desde el primer concierto la música invitaba a mover los pies. Tom Trovador se convirtió en un gran maestro de ceremonias de sus canciones, ya que alternó cómicas presentaciones con las melodías y logró incluso que el público ladrase -literalmente- para introducir Tengo un perro al que no le importa que le escriba una canción. Tras un mix de versiones de Kiko Veneno, Peret y otros conocidos artistas, Tom hizo un pequeño homenaje a su gran amigo Manu Chao con Si me das a elegir.

Hubo otro más emotivo aún entre él y el siguiente grupo de la plaza, Rumba Katxai. Recordaron la reciente muerte del cantante de Los Primos, que fue atropellado en la carretera vieja de Inca, y juntos cantaron la premonitoria La vida se me va, que "no tiene desperdicio", porque en su letra Moisés anticipa que "la vida son dos días". La alegría regresó con Rumba y los cabezas de cartel de la plaza, Camela y José el Francés, quien antes del concierto se hizo fotos con varios de sus fans.

En la cercana Joan Carles I, la noche no empezó muy animada frente al escenario, ya que había más gente en las torradoras que escuchando a Salvatge Cor. Sin embargo, la fusión de ritmos de Dinamo atrajo a la concurrencia, que pudo escuchar las canciones más conocidas de sus últimos discos, como por ejemplo Todo no se puede, Kilombo Total y La sirena y el tiburón. Después le tocó el turno al rock alternativo de Efecto Pasillo y, como final de fiesta, el heavy metal de Obús, el grupo principal de la plaza de las Tortugas.

Nada que ver con el ambiente en la Porta de Santa Catalina, una plaza nueva en la Revetla y que a primera hora de la noche invitaba a la diversión relajada. No más de medio centenar de personas acudieron a la llamada de Monkey Doo, Soul Café y Jazz Fingers, conciertos entre amigos y sin las aglomeraciones de otras citas más comerciales. Pasada la medianoche, estaba prevista la actuación de Maria Rosselló i els botifanfarrons, que iban a dar un giro a la tranquila plaza.

El más votado

El experto en atraer a público con ganas de bailar a raudales es el pinchadiscos Juan Campos, el más votado por la ciudadanía en la consulta popular que realizó el Ayuntamiento. Para calentar la madrugada de Sant Sebastià en la plaza de España, preparó un inicio con Life is life, de Opus, y Survivor, la banda sonora de Rocky. Aunque todavía no había entrado en escena al cierre de esta edición, el repertorio estaba formado por música pop, rock y disco de los años 70, 80 y 90, como es habitual en sus sesiones con Txema Sánchez.

En esta misma plaza, llena de jóvenes, antes sonaron Alambres, Búhos, Please y Smoking Stones. En cambio, los adolescentes no destacaban en la plaza Major, que durante los últimos años -como ayer- ha estado reservada a la música tradicional isleña. Un referente es Al-Mayurqa, que repitió en la Revetla e inició la maratón de conciertos con temas clásicos y repertorio reciente. Les siguieron Música Nostra, Oques Grasses y Boc.

Siniestro Total

Otro clásico, aunque del punk, es Siniestro Total, que estrenó la ubicación de Jacint Verdaguer y deleitó a los fans que les siguen desde los años 80 con temas como las conocidas Bailaré sobre tu tumba, Ayatollah, Camino de la cama o Cuánta puta y yo qué viejo, que devolvieron a la juventud a los numerosos cuarentones que se congregaron junto al Pont del Tren. Siniestro Total volvió a demostrar su ácido sentido del humor no solo con las letras, sino también saludando a la escritora Lucía Etxebarria, que estos días ha estado en Palma y ayer subió al escenario con el líder de la banda, Julián Hernández.

La nueva plaza de la Revetla dio más sorpresas, ya que durante el concierto de ska de La Barraca Sound System salió al escenario el 'santo' de los alternativos por excelencia, Sant Kanut, que este año no han participado en las fiestas. Sin embargo, estuvieron allí simbólicamente.

Hubo más música en Santa Eulàlia y el Olivar, pero no en Cort debido a las obras, por lo que la zona alta de Ciutat quedó algo desangelada. Sin embargo, la amenaza de la lluvia no llegó y los palmesanos que se animaron a salir pudieron divertirse sin los agobios de otros años.