Tres agentes de la Policía Local de Palma, que declararon ayer como testigos en el juzgado, desmontaron la denuncia por agresión a un detenido, que el pasado verano se presentó contra Sonia Vivas, la agente lesbiana que ha denunciado que ha sido víctima de comportamientos homófobos. Estos tres testigos cargaron contra uno de sus compañeros que está en prisión, el agente Rafael P., que el pasado agosto presentó en el juzgado una denuncia afirmando que Sonia había golpeado a un detenido mientras lo custodiaba en los calabozos. Se averiguó que el día que se produjo este arresto la funcionaria ni siquiera había acudido a declarar porque tenía un permiso médico.

Los policías, que dijeron que desconocían el conflicto que mantenía la denunciante con dos de sus compañeros, explicaron al juez y al fiscal que el agente investigado les preguntó si recordaban la detención, indicándoles que Sonia Vives había intentado agredir a un ciudadano. Uno de ellos le indicó a su compañero que se estaba equivocando, porque la mujer no había participado en ese operativo que se desarrolló en el Paseo Marítimo.

Los investigadores sospechan que los agentes denunciados habrían intentado convencer a un detenido para que acusara a Sonia de haberle agredido. Poco se sabe de esta persona. Solo se conoce que era extranjero.

Uno de los agentes que declaró ayer como testigo dijo que no había oído nada sobre este asunto, entre otras cosas porque el agente que está en prisión "es tozudo como una mula". Sin embargo, dijo que nunca le había escuchado decir comentarios de tipo racista, ni homófobos.

Este agente explicó que dirigió uno de los grupos del GAP. Señaló que el otro grupo "se había politizado" y sus integrantes "se consideraban una unidad de élite", hasta el extremo de que sus integrantes mantenían "un comportamiento muy extremo, no necesariamente ilegal, pero el ambiente era muy militar".

Detalló que uno de los agentes, implicados en la trama corrupta, "proclamaba a los cuatro vientos que era del Partido Popular y que tenía una relación estrecha con Quique Calvo". Le vio acudir a una huelga, fuera de servicio, junto al director de seguridad del Ayuntamiento de Palma.