La Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) prevé reformar antes de la próxima temporada turística el colector de aguas pluviales de la Platja de Palma, con el fin de evitar el vertido de líquido en malas condiciones al mar.

Emaya ya ha aprobado la licitación del proyecto de reforma del también denominado CAZ de la zona turística -un túnel de casi cuatro kilómetros de largo de 3,5 metros de ancho por dos de alto que recorre el subsuelo del paseo marítimo-, cuyo importe casi alcanza el millón de euros (790.000 de obra más el IVA).

El año pasado se hizo una primera actuación de limpieza de parte de este colector, por un importe de 118.000 euros, aunque solo alcanzó 2.300 metros de los 3.943 metros que tiene. Si bien se trató de la primera limpieza realizada en este túnel desde su ejecución a mediados de los años 90, ya se sabía que era insuficiente dados los problemas detectados a lo largo de estos años de funcionamiento.

Cuando se producen precipitaciones importantes el colector concentra el agua pluvial de la zona turística y la distribuye a lo largo de la primera línea de la playa. En estas situaciones el caudal es suficiente para forzar la salida del líquido al mar rompiendo la barrera de arena que se haya podido formar. No obstante, después de estas "puntas" de caudal quedan unas "colas", aportadas principalmente por el torrente de sa Síquia que, cuando se forma nuevamente la barrera de arena, quedan retenidas en el túnel.

De esta forma, como consecuencia de la poca o nula velocidad del agua presente, se produce una decantación de sedimentos en su interior que fermentan en condiciones anaeróbicas (sin presencia de oxígeno), lo que produce malos olores y problemas en la calidad del agua de baño cuando, después de un nuevo episodio de lluvias con altos caudales, llega a la playa por alguna de las tres salidas existentes.

Además, según los técnicos de Emaya, las tres salidas del CAZ y la entrada desde la parte terrestre resultan inadecuadas para el acceso de la maquinaria de limpieza necesaria para evitar la acumulación de los residuos. Asimismo, la presencia continua de agua en el interior del colector subterráneo, debido a las grandes distancias existentes entre las salidas, dificulta también las labores de limpieza.

Las actuaciones previstas en este nuevo proyecto se dirigen a asegurar la limpieza del colector, lo que implica, según los técnicos de Emaya, "disponer de una mejor accesibilidad tanto de vehículos como de personas, con la construcción de nuevas entradas".

Asimismo, con el fin de evitar los reflujos de las aguas procedentes de los torrentes, se procederá a la construcción de unas "aletas y muretes" entre las desembocaduras de los torrentes y la salida intermedia del colector a la playa.

También se procederá a la realización de una serie de reparaciones puntuales, entre las que incluyen el saneamiento de las armaduras que han perdido su recubrimiento y la mejora de los anclajes de la canalización de agua regenerada que circula por el CAZ.