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Trama corrupta

El policía acusado de homofobia buscó un falso testigo contra la denunciante

Pretendió que un detenido relatara una agresión, que no existió, en el cuartel de San Ferran

Nuevos testigos del cuartel de San Fernando declararon en la causa sobre la homofobia. b. ramon

Uno de los dos policías locales de Palma, que en estos momentos está en prisión por la denuncia de homofobia contra una compañera lesbiana, intentó que un testigo falso declarara en contra de la denunciante. No se sabe de qué persona se trata. Lo único que se conoce es que se trataría de un detenido, que iba a denunciar que Sonia Vivas, la policía lesbiana, le había maltratado durante el tiempo que estuvo arrestado en el cuartel de San Fernando.

Este nuevo dato fue aportado ayer por una agente de la Policía Local, que declaró como testigo ante el juez Penalva y el fiscal Subirán. Antes de que lo hiciera esta testigo, también declaró Sonia Vivas, la denunciante, que ha señalado que ha venido sufriendo actos de homofobia, por parte de dos compañeros suyos, por su condición sexual. Estos dos policías están en la cárcel, no tanto por los insultos y comentarios despectivos que le dedicaron a su compañera, sino porque han intentado presionar a algunos testigos que iban a declarar sobre este caso.

Según se contó ayer en el juzgado, uno de estos dos policías, el llamado Rafael P., estuvo realizando comentarios entre sus compañeros del cuartel, para convencerles de que Sonia había golpeado a un detenido. Este mismo agente, antes de ser detenido, incluso presentó una denuncia en el juzgado, señalando que Sonia había maltratado a un arrestado. Sin embargo, se demostró que la denuncia era falsa, por cuanto el día de esta detención la mujer no estuvo de servicio.

Una policía local, que declaró ayer como testigo, explicó al juez que Rafael P. se sentó un día a su lado y señalando el periódico le dijo "mira lo que ha hecho tu amiga", refiriéndose a Sonia. Le dijo que la denunciante mentía y le contó que estaba buscando a varios testigos, "entre ellos un moro", para demostrar que Sonia era "una mala policía" y que "mentía" al acusarle de homofobia. La testigo interpretó que lo que pretendía era buscar un testigo falso para perjudicar a la denunciante, que desde que decidió contar la situación sufrida, ha visto como le han robado la moto y han cometido daños en su propiedad. De hecho, la mujer tiene protección policial, porque se siente amenazada. La testigo dejó claro que evitó que el policía denunciado le siguiera hablando de su compañera, que ya le había contado los actos de sabotaje que había sufrido en la unidad motorizada.

Orinar en el prostíbulo

Otro de los detalles que explicó ayer Sonia Vivas, la denunciante, sobre la forma de comportarse de su compañero, cuando ambos estaban en la misma unidad, es que este policía tenía costumbre de entrar en los prostíbulos para orinar. "Paraba sistemáticamente en los prostíbulos de s 'Aigua Dolça". Explicó que su compañero se solía tomar un agua en el club de alterne, sin pagar nunca la consumición, y además conocía a los porteros de estos locales y a algunas de las chicas de alterne.

Esta forma de actuar, no solo la detalla Sonia en su declaración, sino que también lo certifica otro compañero de la Policía Local, que precisamente ayer declaró ante el juez Penalva. El testigo señaló que el policía que está en la cárcel, vestido de uniforme, le ordenó cuando estuvo patrullando con él, que se detuviera. A continuación le vio entrar en un club de alterne, donde estuvo durante un rato. Reconoció que aunque no era normal que un policía uniformado entrara en un club de alterne a orinar, nunca lo denunció.

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