El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Palma auguró ayer un futuro Eixample de la ciudad sin locales ni comercios en sus plantas bajas si finalmente se aprueba la modificación de 12 artículos de las actuales normas urbanísticas del Plan General promovida por el equipo de gobierno de Cort.

El grupo conservador ha presentado nueve alegaciones contra este cambio que afecta a los artículos 54, 88, 104, 108, 112, 116, 118, 119, 128, 130, 229 y 340 de las actuales normas urbanísticas que, a su vez, fueron modificadas hace una década durante el gobierno municipal del PP presidido por Catalina Cirer. Piden que se estimen sus alegaciones y que se deje sin efecto la modificación puntual aprobada inicialmente el pasado mes de noviembre.

Según la concejala del PP Lourdes Bosch esta modificación del Plan General "no piensa en el interés general de Palma, ni en los ciudadanos, ni en sus necesidades, ni en el de los autónomos y pequeños comercios, ni en la mejora de la movilidad y los servicios".

Afirmó asimismo que "no va a hacer de nuestra ciudad un lugar más sostenible, ni que la vivienda sea más accesible; al contrario, la va a encarecer".

Entre las nueve enmiendas presentadas por el grupo conservador a la aprobación inicial de esta modificación, que se produjo en el pleno del pasado mes de noviembre se incluye, entre otras cuestiones, el hecho de que los cambios propuestos se deberían plantear en el marco de la modificación del Plan General que se está tramitando, puesto que afectan a prácticamente toda la ciudad.

También rechazan que los balcones computen como superficie edificada con el fin de evitar que el un futuro "tengamos una ciudad de fachadas lisas" y que no se pueda autorizar el uso comercial en parcelas de viviendas unifamiliares. Asimismo creen que se debe mantener la posibilidad de construir en toda la superficie de los patios de manzana con el fin de posibilitar la existencia de locales comerciales y garajes en las plantas bajas.