Aunque la Audiencia de Palma decidió la semana pasada que no existía una causa que justificara que tanto el excomisario de la Policía Local, como su secretaria, estuvieran en prisión, los magistrados apuntaron la gravedad de los hechos que se estaban investigando desde el juzgado de instrucción número 12. La única interpretación distinta que realizó la Audiencia sobre el criterio del juez Penalva es que el tribunal no contemplaba la posibilidad de que los dos policías locales pudieran alterar las pruebas. La Sala entendió que el juzgado disponía de la prueba principal sobre la presunta trama de espionaje, aunque de momento no se podía acceder a su contenido pues se desconocían las claves de dicha carpeta informática.

Debido a la gravedad de los hechos la Audiencia impuso una fianza para cada policía de 3.500 euros, que pagaron de inmediato.

Ninguno de los dos policías investigados por esta trama puede acercarse al cuartel.