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EFM

Un cementerio saturado

El Ayuntamiento descarta la ampliación del recinto funerario pese a la escasa disponibilidad de unidades de enterramiento en Son Tril.lo y Son Valentí para vender

Un cementerio saturado

­La Empresa Funeraria Municipal (EFM) descarta a medio plazo una nueva ampliación del cementerio municipal de Palma, ya sea en Son Tril.lo o en Son Valentí, pese a la escasa disponibilidad de unidades de enterramiento libres para vender o alquilar.

Según el gerente de la EFM, Jordi Vilà, en estos momentos disponen de 244 nichos libres para su alquiler o venta, siete sepulturas, dos criptas y 152 columbarios para depositar las cenizas.

Vilà acepta la existencia de una "distorsión" entre la oferta y la demanda, ya que se reclaman más nichos individuales que sepulturas, aunque señala que, a su juicio, con la reserva actual "tenemos disponibilidad para cubrir todas las necesidades que vayan surgiendo al menos en los próximos tres o cuatro años".

Al respecto, indicó que "de una forma u otra" se han podido atender todas las peticiones que se producen en el plazo de un mes, aunque acepta que, en determinados casos, cuando del deceso se produce de un día para otro, las familias que necesitan una sepultura a veces deben ponerse de acuerdo con otros familiares para utilizar de forma temporal su sepultura.

Demanda asegurada

Según Vilà, con la reserva actual de nichos y sepulturas se puede atender sin problemas la demanda. Además, la Funeraria también puede hacer uso en un momento determinado de la reserva de nichos que tienen en propiedad las distintas compañías de seguros. Al respecto, indicó que ninguna de ellas les ha hecho llegar la necesidad de disponer de más unidades para hacer frente a las necesidades de sus asegurados.

Además, la venta de unidades de enterramiento ha caído en un 60% a lo largo del presente año en relación a 2015 por lo que respecta a los ingresos de la funeraria municipal por este concepto. En concreto, el año pasado se vendieron 109 unidades de enterramiento por un importe de 234.607 euros, mientras que a lo largo de 2016 hasta el pasado mes de octubre se habían vendido solo 68 y recaudado por este concepto 92.331 euros.

La demanda de columbarios ­-receptáculos en los que se depositan las urnas que contienen las cenizas de los cadáveres- ha seguido siendo mayoritaria, pese a que se ha pasado de 64 unidades en 2015 a 47 en 2016. El número de nichos vendidos fue de 41 a lo largo del año pasado frente a los 21 del presente, mientras que en 2015 se vendieron cuatro sepulturas y en este ninguna. Entre los factores que influyen en la caída de las ventas, según el gerente de la EFM, se pueden señalar, entre otros, el desfase existente entre la oferta y la demanda, además del cambio social por el cual las personas y las familias han dejado "de prevenir la muerte".

Los precios también pueden influir, ya que un nicho puede costar entre 1.700 y 2.200 euros en función de su ubicación en el camposanto, mientras que las sepulturas de dos plazas cuestan una media de 9.000 euros y las de cuatro pazas 19.000 euros.

Cambio de costumbres

El cambio de costumbres funerarias, con el incremento de las incineraciones frente a las inhumaciones, también ha podido influir en la disminución de las ventas. De hecho, según los datos proporcionados por la EFM, en 2004 el 62,6% de cadáveres se inhumaban (2.438), mientras que el 37,3% se incineraron (1.452). Con pequeñas variaciones esta proporción de aproximadamente dos inhumaciones por cada incineración se mantuvo invariable hasta 2008.

Crecen las incineraciones

A partir de este último año, no obstante, crecen de forma importante las incineraciones frente a las inhumaciones con un 43% frente al 53,9%. En 2004 las incineraciones superaron por primera vez a los enterramientos, aunque esta tendencia no continuó en los años siguientes puesto que en 2015 las inhumaciones volvieron a ser superiores en cuanto a número que las incineraciones.

En lo que llevamos de año se mantiene la misma tendencia, aunque en determinados meses, como el pasado agosto, las incineraciones superaron a las inhumaciones en un 60%, una tendencia que no se ha mantenido puesto que la media anual sigue siendo de aproximadamente la mitad para cada servicio.

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