El consejo de administración de la Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) aprobó ayer la adjudicación del contrato de suministro de las plataformas móviles para la recogida selectiva de basuras en el centro de la ciudad, que sustituirá a la neumática. Un sistema que quedó fuera de servicio a los diez años de su puesta en funcionamiento, pese a que debía tener una vida útil de 30 y a que su implantación tuvo un coste superior a los 26 millones.

El concurso ha sido adjudicado por 2 millones sin IVA a las empresas Grau Maquinària i Serveis Integrats (a la que se le adjudicará el lote 1 por un importe de 1,8 millones) y a Mecànica Balear, que se ha hecho con el lote 2, por 240.000 euros.

Ambas empresas habían presentado una oferta económica prácticamente igual a la propuesta en los pliegos con tan solo una baja de 600 euros la primera y de algo menos de 3.000 euros la segunda.

En concreto, se ha adjudicado por 1,8 millones la compra de 18 vehículos eléctricos y 74 plataformas de contenedores. Además se adquirirán por 240.000 euros un camión, 3 compactadoras y dos cajas abiertas.

La nueva maquinaria se recibirá a partir del próximo mes de febrero. A partir de este momento se realizarán pruebas, aunque el sistema comenzará a funcionar, en una primera fase, que abarcará las barriadas de la Calatrava, Montisión y Sindicat, a partir del mes de abril,después de las fiestas de Pascua.

Para poner en marcha esta primera fase se dispondrá de seis vehículos eléctricos y 24 plataformas de contenedores.

Posteriormente, a partir de octubre, se implantará en Cort, sa Llonja/Born, la Seu, el Puig de Sant Pere, Sant Jaume y Sant Nicolau. Para cubrir estas necesidades se dispondrá de otros 12 vehículos eléctricos más y de 50 plataformas.

El nuevo sistema de recogida de basuras selectiva móvil del centro de la ciudad se escogió, tal como recalcaron el alcalde, José Hila, y la presidenta de Emaya, Neus Truyol, después de un proceso de participación ciudadana, en el que se estudiaron otras alternativas, rechazadas por distintos motivos, como el de puerta a puerta, la instalación de contenedores en superficie o los soterrados.

Se basa en el modelo de recogida mediante la utilización de contenedores de quita y pon, similar al existente en centros históricos o centros comerciales de distintas ciudades como Girona o Granollers, aunque con modificaciones.

Se pretende garantizar que entre una plataforma y otra, que cargarán los contenedores con distintas fracciones según el día, haya una distancia máxima de 75 metros con el fin de facilitar el depósito de desperdicios a los vecinos.