El Govern balear negocia con el Ayuntamiento de Palma la cesión de un solar situado en la urbanización de Son Martorell, en Ciutat Jardí, para la construcción de una residencia para personas dependientes. La consellera de Bienestar Social y Cooperación, Fina Santiago, confirmó que su departamento prevé poder iniciar las obras de este nuevo centro que, en principio, tendría una capacidad para 120 personas y un coste que ronda los 9 millones, "a finales del próximo año".
El nuevo centro para personas mayores se construirá en un solar cedido por Cort que cuenta con una superficie de 6.400 metros cuadrados situado entre las calles Xesc Forteza y Nadal Batle. En este emplazamiento se prevé desde hace años la construcción de un centro de estas características, aunque nunca se ha ejecutado, pese a los reiterados anuncios. De hecho, en 2009 ya se aseguró que la residencia de Son Martorell sería una realidad en 2011, previsión que no se cumplió pese a que el gobierno municipal de Aina Calvo cedió al Ejecutivo autonómico el solar.
No obstante, antes de poder iniciar las obras en este emplazamiento el departamento de Urbanismo de Cort deber promover un cambio de calificación urbanística, puesto que en estos momentos su uso es sociocultural y debe pasar a ser sociosanitario.
Con esta nueva residencia para personas dependientes se pretende paliar la escasez de plazas de estas características cuya lista de espera en Palma se sitúa, según la consellera, entre las 700 y 800 personas.
En la Comunitat Autónoma hay un déficit de 1.800 plazas para personas dependientes, 1.300 de las cuáles están en Mallorca. Según Santiago, "las necesidades se centran en Palma", por lo que en los próximos años se pretende hacer un esfuerzo par paliar esta situación. Según la consellera con la residencia anunciada en Marratxí , que tendrá una capacidad de 120 plazas, también se podrá atender a personas residentes en Palma que ahora deben desplazarse a municipios más alejados como Artà. La consellera mantiene la petición de que una parte del antiguo hospital de Son Dureta pueda destinarse a residencia para personas dependientes, aunque lo anterior depende de la negociación que Salud debe mantener con el Gobierno central para determinar los usos del antiguo centro hospitalario. En estos momentos Palma dispone de 600 plazas para dependientes en distintas residencias, a las que hay que añadir otras 40 concertadas.
