La asociación Ben Amics, que representa a transexuales, gays y lesbianas, ha presentado un escrito ante la delegación de Gobierno, exigiendo que se aumente la seguridad y protección sobre la agente de la Policía Local de Palma, que denunció actuaciones homófobas. Una carta que responde a la situación de temor y preocupación que sufre esta mujer, sobre todo después de que el pasado domingo, tal como publicó ayer este periódico, descubriera que le habían robado la moto, que tenía aparcada en la calle, cerca de su domicilio. Un robo que no es casual, puesto que la semana pasada también descubrió que habían roto la cerradura de la puerta de la finca donde vive y, además, habían quemado el telefonillo del portero automático, justamente en el timbre de su casa.
La asociación pretende que estos episodios de violencia no vuelvan a repetirse y considera que la persona que tiene en su mano que esta situación se resuelva es la delegada del Gobierno, Maria Salom, como máxima responsable de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, los dos grupos que deben proporcionarle protección a esta testigo.
En el escrito se detalla la situación que vive esta policía local, que además de los destrozos en la finca, ha sufrido el pinchazo de la rueda de su coche, aparcado frente a su casa, además de recibir anónimos donde le auguran "una muerte próxima". En la carta se recuerda que esta mujer no vive sola. Reside con su esposa y su hijo, que es menor de edad, y que por ello esta situación provoca una sensación de temor a toda la familia. De hecho, la agente ya manifestó al juez que sentía miedo como consecuencia de la denuncia por actos de homofobia que presentó contra dos compañeros y por ello se dictó una orden de protección.
Ben Amics recuerda a la delegada del Gobierno que las fuerzas de seguridad están obligadas a cumplir la orden del juez Penalva y que por este motivo se han de adoptar de inmediato las correspondientes medidas de protección, no solo hacia la testigo, sino también a su familia, ofreciéndoles un servicio de seguridad. La asociación se queja de que hasta ahora esta protección policial no se ha realizado de una forma efectiva, puesto que los incidentes que ha sufrido la mujer se han producido en su casa, que es donde más se la debería de proteger.
En la carta se aboga por la necesidad de que esta mujer y toda su familia pueda regresar de nuevo a la normalidad y recuperar la vida que venía disfrutando hasta ahora, sin temor a que puedan repetirse nuevas represalias. Para que ello se produzca, se reclama por escrito que esta protección debe ser "permanente y efectiva", tanto en el domicilio donde reside esta agente, como en los "quehaceres de la familia". Recuerda el escrito que estos ataques sufridos se han repetido en distintas ocasiones y a diferentes horas del día, si bien la mayoría de ellos se han producido en el domicilio de la testigo.
"Si estos hechos volvieran a tener lugar en las cercanías del domicilio de la testigo quedaría constancia de la falta de compromiso y el incumplimiento de su deber como delegación del Gobierno, así como del Cuerpo de la Policía Nacional en la protección real y efectiva de los testigos de una causa judicial, poniendo en riesgo su integridad física y de su familia", reza el escrito
