­Dice el dicho que una imagen vale más que mil palabras. ¿Pero qué pasa cuando juntas unas 4.000 imágenes en un vídeo de unos seis minutos? Pues un resultado Sorprendente. Así es como ha titulado el fotógrafo Juan García la obra en la que ha trabajado durante el último año. Se trata de dos time-lapses (uno sobre Palma y otro sobre Mallorca) en los que muestra imágenes especiales para resumir la ciudad y la isla.

La vida en los pueblos, la noche en la Serra, el amanecer en las cocheras de la EMT o la vida del Teatre Principal serán algunos motivos que se verán en los montajes que ha elaborado García y que estrenará esta tarde a las 19.30 horas en la sala de actos de la Misericòrdia. En unas semanas tiene previsto colgarlos en internet para que cualquier persona pueda verlos.

Cada uno de los vídeos dura unos seis minutos, pero le han llevado meses de trabajo. "No lo he calculado, pero fácilmente he dedicado dos o tres mil horas de trabajo. Lo que sí he mirado es la distancia: 6.000 kilómetros dando vueltas cargado con veinte kilos de material. Una secuencia de tres segundos puede ser un día de trabajo", explica el artista.

Optó por la técnica del time-lapse porque se siente identificado con este tipo de vídeos. "Es un trabajo muy creativo, porque junta música, imagen y la tecnología para trabajar las secuencias con el ordenador y montarlas", apunta García.

Aprendió a grabar time-lapses con Enrique Pacheco, "que es un maestro -dice- y vende sus imágenes a empresas multinacionales". Se animó a retratar Palma y Mallorca a cámara rápida porque hay poco material de la isla subido en la red.

En agosto de 2015 se puso manos a la obra y comenzó a recopilar imágenes. La playa de Can Picafort fue la primera. "La gente se creía que les estaba espiando. No entienden que me quede tanto tiempo filmando. Se necesitan entre 10 y 20 minutos para capturar 300 imágenes y hacer una secuencia de 10 segundos", señala. Todo ello grabado en ultra alta definición o 4K.

Visiones inéditas

Dice que ha elegido sitios originales y bonitos, inéditos para la mayoría de la gente, como por ejemplo ver el amanecer mientras los buses de la EMT salen de Son Banya y comienzan la jornada. O la vista de Palma desde las terrazas de la Catedral. O el Forn de la Soca mientras elabora sus dulces caseros.

"El vídeo es lo que tú ves. La fotografía es una instantánea. Pero el time-lapse es lo que el ojo no percibe. Es una visión sorpresa y ese movimiento es el que crea la diferencia", señala García.

La primera cámara la cogió con 11 años. Ahora tiene 63 y este grafista y fotógrafo ha optado por la innovación técnica para sorprender. Asegura que en su familia hay un gen artístico: su madre y sus hermanas pintaban y es sobrino del fotoperiodista Torrelló. El talento está en sus venas.