El Ayuntamiento de Palma empadronará a las personas sin hogar a partir de enero. El consistorio ha creado un protocolo para inscribir a quienes no tengan una dirección fija, uno de los requisitos básicos que establece el padrón de cualquier municipio.

Con el nuevo protocolo de empadronamiento para personas sin techo, no se necesitará aportar las escrituras de una vivienda, un contrato de alquiler o una autorización del propietario de la casa.

La medida afectará no solo a la gente que vive en la calle, también a las personas que residen en pisos ocupados, chabolas, furgonetas, caravanas o bien las que viven de prestado en casa de un conocido.

Según un reciente informe de la Creu Roja, en el año 2015 en Palma había casi 1.200 personas sin hogar, de las que 363 viven en la calle de manera permanente, 668 de forma temporal y 163 de manera intermitente. A esta cifra cabe sumar todas las personas que viven en las llamadas infraviviendas y que no disponen de una dirección postal.

Al no estar empadronados, estos residentes no disponen de tarjeta sanitaria y, por tanto, no tienen médico de cabecera asignado ni acceso a medicamentos. Tampoco pueden acceder al catálogo de prestaciones sociales de ninguna administración pública. El empadronamiento les permitirá acceder a todos los recursos de la sanidad pública y la ayuda social.

Se trata de una medida que ya han puesto en marcha ayuntamientos de muchas otras grandes ciudades españolas como Córdoba, Cádiz, Zaragoza o Huelva. En Balears, Eivissa vila ya lo comenzó a hacer desde septiembre.

El equipo de gobierno de Palma espera que con esta iniciativa deje de haber "ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda", según afirmó el alcalde de Palma, José Hila (PSOE). "No podemos tener a personas abandonadas en la calle como si no existieran", agregó el munícipe.

Hila explicó que, entre las audiencias que realiza semanalmente con la ciudadanía, se entrevistó con dos personas empadronadas en la península que hace años trabajaban en el sector de la construcción. Le dijeron que nunca han podido empadronarse en Palma porque se quedaron sin trabajo por culpa de la crisis, no tienen casa propia o de alquiler y desde entonces "viven de prestado en casa de un amigo". "Es una cuestión de derechos humanos", declaró el socialista. La regidora Aurora Jhardi (Som Palma), responsable del departamento de Población, calificó la iniciativa como una medida de "rescate ciudadano".

Domicilio ficticio

En 2015 el Instituto Nacional de Estadística instó a todos los ayuntamientos de España a que aceptaran las chabolas, caravanas, cuevas o cualquier clase de infravivienda (o incluso "la ausencia total de techo") como domicilio válido para el padrón.

Sin embargo, el método utilizado por Cort es diferente. Para completar los datos exigidos por el padrón municipal, el Ayuntamiento utilizará una dirección ficticia donde las personas sin hogar podrán recibir su correo postal o el papeleo administrativo. Los funcionarios clasificarán y guardarán las notificaciones que reciban y las trasladarán a los trabajadores sociales para que localicen y avisen a cada ciudadano.

Para ello se han habilitado dos oficinas municipales: la plaza de Santa Eulàlia, 9 (donde está el departamento de Población), y la avenida de Gabriel Alomar i Villalonga, 18 (donde está la sede central de los servicios sociales municipales).

Otro de los escollos es que muchas de las personas sin techo no disponen de documentación identificativa. El padrón exige anotar el DNI, NIE o pasaporte de cada persona. En caso de no disponer del número o del carné, contactarán con la Policía Nacional para solicitarlo. Si se trata de una persona extranjera, pedirán la colaboración de los consulados.

La difusión de la iniciativa entre las personas que viven en la calle comenzará en enero y contará con la ayuda de la ONG Metges del Món y el personal del departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento.