El Ayuntamiento de Palma comenzará a empadronar a las personas sin techo a partir de enero mediante un nuevo protocolo con el que no se necesitará aportar las escrituras de una vivienda, un contrato de alquiler o una autorización del propietario de la casa. La medida afectará no solo a la gente que vive en la calle, también a las personas que residen en pisos ocupados, chabolas, furgonetas, caravanas o bien las que viven de prestado en casa de un conocido.

Según un reciente informe de la Creu Roja, en Palma hay casi 1.200 personas sin hogar, de las que 363 viven en la calle de manera permanente. Al no estar empadronados, estos residentes no disponen de tarjeta sanitaria y, por tanto, no tienen médico de cabecera asignado ni acceso a medicamentos. El equipo de gobierno de Cort espera que con esta iniciativa deje de haber "ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda", según afirmó el alcalde de Palma, José Hila (PSOE). El empadronamiento también les permitirá acceder al catálogo de ayudas de servicios sociales.

Para completar los datos exigidos por el padrón municipal, el Ayuntamiento aportará una dirección ficticia donde las personas sin hogar podrán recibir su correo postal o el papeleo administrativo. Para ello se han habilitado dos oficinas municipales: la plaza de Santa Eulàlia, 9, donde está el departamento de Población, y la avenida de Gabriel Alomar i Villalonga, 18, donde están los servicios sociales municipales. El trabajo de campo para explicar la medida a las personas sin techo comenzará en enero y contará con la ayuda de la ONG Metges del Món.

"Es una cuestión de derechos humanos. No podemos tener a personas abandonadas en la calle como si no existieran", agregó el alcalde Hila, quien explicó que en las audiencias que realiza semanalmente con la ciudadanía dos personas le explicaron que no podían empadronarse en Palma porque son de la península se quedaron sin trabajo por culpa de la crisis y desde entonces "viven de prestado en casa de un amigo".