El hijo de la mujer que contrató Mateo Isern para que se encargara de la coordinación de los diferentes departamentos municipales de Palma afirmó ayer al juez, que la Policía Local, que le sorprendió fumando hachís junto al instituto en el que estudiaba, únicamente fue a por él. El adolescente, que era menor cuando ocurrieron los hechos, aseguró que no era el único estudiante que se había liado un porro y se lo estaba fumando, sino que otros compañeros suyos habían hecho lo mismo. La única diferencia es que a él se le identificó y se le incautó la droga. A ninguno de sus amigos, en cambio, la Policía Local les pidió la documentación, ni se les cacheó. Los estudiantes se habían concentrado para fumar hachís en el Parc de ses Fonts, en Palma. El testigo fue localizado por el Grupo de Blanqueo de Dinero de la Policía Nacional y ayer fue citado para que declarara ante el juez Penalva y el fiscal Subirán. El joven confirmó lo que ya sabían los investigadores. Contó que a pesar de que fue sorprendido, mientras era menor, una sustancia prohibida, nunca no se le notificó ningún acta policial, ni recibió ninguna sanción.
Esta intervención policial, en la que intervinieron tres grupos y fue grabada en vídeo, se produjo dos días después de que una persona, de momento sin identificar, buscara información de la madre de este menor y de toda su familia. Esta información se buscó a través del sistema informático del cuartel de San Fernando y constaba de datos de familiares de la colaboradora del exalcalde, de sus propiedades inmobiliarias y de sus vehículos. También se consiguieron fotos familiares.
El acta policial sobre la incautación de droga nunca se le dio el correspondiente trámite. Desapareció tanto la droga, como el documento oficial. Sin embargo, los investigadores han localizado esta prueba, en forma de archivo encriptado, que guardaba una policía local, muy próxima al excomisario Estarellas, quien precisamente tenía a sus órdenes los grupos que intervinieron en este operativo.
Esta policía había vaciado, sin permiso, el disco duro de su ordenador, donde tenía este archivo y posiblemente más, que están siendo buscados. Los investigadores quieren conocer las causas por las que estaba colaboradora de Isern, que falleció hace algunos meses, fue espiada por la Policía Local. No se cree que este espionaje fue un caso aislado, sino que se hizo lo mismo con otras personas, si bien de momento solo son sospechas, pero se buscan pruebas para confirmarlas.
