La música es una de las artes que desde siempre ha congregado a mayor número de gente. Ello explica que desde antiguo, los tamborers de la Sala y los ministrils fuesen unas de las instituciones municipales más preciadas por la ciudadanía palmesana. Al mismo tiempo, estos músicos ancestrales fueron los precursores de la actual Banda Municipal de Palma la cual, a finales de este año, cumplirá su cincuenta aniversario. Por este motivo recordamos ahora su nacimiento.
Según cuenta Pere Estelrich en su libro sobre la Banda Municipal de Palma, fue a partir del siglo XVIII cuando se empezó a utilizar la palabra banda para designar a aquellos conjuntos musicales formados por instrumentos de viento que se crearon para amenizar actos militares. Parece ser que la primera banda en Palma se documentó en 1763, durante la entrada del obispo Francisco Garrido de la Vega en la ciudad. En este caso se trataba de una banda de música formada por un piquete de dragones, es decir, militares. Unos años más tarde, en 1792, Estelrich documenta otras bandas formadas por los regimientos de milicias y Suizos, las cuales tocaban en acción de gracias por la aprobación de los milagros de la entonces venerable sor Catalina Thomàs. Como uno puede suponer, esas primeras bandas tenían poco que ver con las de hoy. Fue en el siglo XIX cuando se añadieron nuevos instrumentos y las bandas de música empezaron a ser como las actuales. Sóller tuvo su primera banda de música en 1814, Felanitx en 1820, Porreras en 1856€ En cambio, en Palma se mantenían las militares, como por ejemplo las dos existentes en 1865: la banda del Regimiento de Mallorca y la banda del Regimiento de la Reina.
Según Josep-Joaquim Esteve y Cristina Menzel, la disolución de la milicia de 1843 y la definitiva de 1856, propició el inicio de las primeras bandas de música civiles.
Siguiendo a estos dos autores, la primera banda propiamente del Ayuntamiento de Palma está documentada en 1877, siendo su director Josep Ignasi Capó Arias. Por desgracia duró pocos años, concretamente hasta el mes de marzo de 1882. Ello fue debido a la falta de presupuesto. Cuando el consistorio decidió suprimirla, los músicos no se rindieron y por cuenta propia crearon la banda La Palmesana, dirigida también por Capó. Por esos mismos años surgieron otras de similares características como la Banda Unión Musical Balear, la Banda de la Casa de la Misericordia, La Aldeana de Son Serra, La Mallorquina o La Municipal. Esas bandas no pertenecían propiamente al Ayuntamiento -ni siquiera la que se llamaba La Municipal-, aunque a veces se las requería para actuar en solemnidades, por lo que se ataviaba a los músicos con una gorra azul blasonada con el escudo de la ciudad y de esta manera se convertían por unas horas en banda de música oficial del consistorio.
La aparición definitiva de la Banda Municipal de Palma no se materializó hasta el año 1966, en época del alcalde Máximo Alomar. He oído decir en más de una ocasión que "don Màxim" hizo grandes esfuerzos por cuidar muchos de los aspectos formales de la vida municipal. Según dejó escrito el propio Alomar, hacía tiempo que el Ayuntamiento anhelaba tener su propia banda de música profesional, pero los paupérrimos presupuestos no lo permitían. Lo que pasó en 1966 fue que un equipo representante de Palma fue a concursar al programa de televisión La unión hace la fuerza, un programa muy de moda en aquel entonces que consistía en competir intelectual y físicamente entre equipos de diferentes capitales de provincia. Pues bien, en el que debió de ser el último programa de este concurso, concretamente en enero, ganó Palma. Cuando el presentador del programa felicitó al equipo palmesano les dijo: "Supongo que la banda de música de Palma os esperará en el aeropuerto para daros la bienvenida", y los miembros del equipo contestaron que "eso va a ser difícil pues Palma no tiene banda municipal". Sin duda, esa decepción televisada ante toda España tocó la fibra del alcalde y los regidores del consistorio. Se dieron instrucciones a los funcionarios para que estudiasen qué posibilidades había de financiar una banda de música. Al final, después de darle vueltas al asunto, se encontró una solución. Se aprovecharía la posibilidad que daba el reglamento de la Policía Municipal, el cual permitía tener entre sus agentes a músicos. De esta forma surgieron unas bases en las que se establecía la creación de la banda la cual estaría constituída por un director y 45 músicos. Estos trabajarían unas horas de policía y otras de músicos. Para escoger al director se solicitaron informes a la Dirección de la Administración Local. El mes de marzo de 1966 se contrató a Julio Ribelles Brunet. Según Máximo Alomar "el mejor currículum y el que ofrecía mejores garantías fue Julio Ribelles. El tiempo nos ha dado la razón". Alomar decía esto en una entrevista de 1986, porque Ribelles fue un director admirado y respetado por todos. Si en marzo se había contratado a Ribelles, en mayo y junio se examinaron y escogieron al resto de los músicos. Luego se compraron los instrumentos y todo el material necesario, y en el mes de octubre empezaron los ensayos en el colegio Jaime I, que en aquel entonces pertenecía al Ministerio de Defensa.
La presentación en sociedad tuvo lugar en el mes de diciembre de 1966 en el Teatro Principal. Con una entrada de 50 pesetas, el Principal se llenó hasta los topes. El teatro se engalanó solemnemente para la ocasión: damascos, reposteros con las armas de la ciudad y antiguo reino de Mallorca, la policía vestida de gran gala... Ya dentro de la sala, las cortinas del escenario también decoradas con la mejor heráldica de Palma e iluminadas con las ricas lámparas de cristal de roca daban un aspecto de gran solemnidad. De repente, el momento esperado. Los tamborers de la Sala empezaron a tocar, se fueron abriendo poco a poco las cortinas que iban desvelando a la nueva Banda Municipal de Palma. Mientras se abría el telón los músicos empezaron a tocar la Marcha Real. Todo el público se puso en pie mientras observaba con aprobación aquellos uniformes de la Banda, con aquellas guerreras de rojo, los cuales "eran un recreo para la vista, en su nota de color". Cuando dejó de sonar el himno nacional el público irrumpió en un caluroso aplauso. Esa noche se tocaron piezas de Rossini, Haendel, Schubert, Tchaikovsky, Borodin€ Según la prensa de la época el concierto fue un éxito total. Entre los titulares de Diario de Mallorca se leía: "Triunfal presentación de la Banda de la Policía Municipal". En las mismas páginas el crítico musical Aguiló de Cáceres dejó escrito: "La banda sonó afinada, perfectamente equilibrada, y con sonido limpio, jamás estridente. El Maestro Ribelles, secundó el éxito, admirablemente. Su dominio fue absoluto. Su batuta es clara, sin efectos innecesarios, y busca el equilibrio de las cuerdas en todo momento". En definitiva, la inauguración fue todo un éxito. Y éxitos son lo que ha ido cosechando la Banda Municipal de Palma desde entonces, hace ya 50 años.
