El presupuesto del Ayuntamiento de Palma, sus organismos autónomos y empresas municipales para el próximo año alcanza la cifra de 583,5 millones, lo que representa un incremento del 7,5% en relación al de este año.

El alcalde de Palma, José Hila, justificó este presupuesto expansivo, que se consigue sin incrementar la presión fiscal salvo con la subida del IBI al 10% de los inmuebles no residenciales de mayor valor catastral, por la mejora de la economía, que se ve reflejada en la previsión de una mayor recaudación en concepto de plusvalías, por ejemplo.

El presupuesto propio del Ayuntamiento superará la barrera de los 400 millones (411,7), por lo que sufre un incremento del 5,6% en relación al del presente ejercicio y se sitúa en cifras de antes de la crisis. En concreto se trata de una cantidad parecida a la de 2010, año en que la previsión municipal de ingresos y de gastos fue de 415,3 millones.

Para el alcalde, si el presupuesto del presente año "terminó con los recortes y marcó un cambio de tendencia", el presentado ayer para 2017 "consolida un crecimiento real" del 5,6%, en línea al crecimiento previsto para Balears y será el de la "recuperación de derechos y de servicios públicos".

El Ayuntamiento dispondrá de una partida de 17,4 millones para inversiones, sin contar la transferencia de 30 millones prevista en la Ley de Capitalidad, pendientes de acuerdo con el Govern y el Consell.

De esta cantidad se destinarán 3 millones a iniciar los proyectos contemplados en el Pla del Litoral de Ponent, 1 millón a la ejecución de los 5 proyectos incluidos por primera vez en los presupuestos participativos, medio millón para inversiones en escoletes municipales y más de 5 millones en la reposición de alumbrado público.

Según el concejal de Hacienda, Adrià García, se prevé que la aportación estatal sea similar a la del presente año (alrededor de 70 millones) y, por primera vez se incluye un incremento de los ingresos por parte del Govern por los gastos ocasionados por la construcción del Palacio de Congresos, que pasará de 8 a 10 millones, aunque se retrasa varios años el retorno de 42 millones aportados por el Ayuntamiento a esta infraestructura.

No se prevé incrementar la deuda municipal sino que a final de año será de unos 290 millones, aproximadamente igual que la actual. Los gastos financieros pasarán de los 49,2 millones actuales a 45,3, lo que supone una disminución del 8,6% debido al descenso del pago de intereses y de la devolución del capital de los préstamos.

Tanto el alcalde como el concejal de Hacienda destacaron el incremento del gasto social ya que las áreas de Bienestar Social y la de Igualdad y Derechos Cívicos suben un 8,9%, pasando de los 20 millones actuales a 21,8

Una parte importante del incremento presupuestario procede de la voluntad municipal de recuperar los derechos de los funcionarios. Para ello se prevé una partida de 4,9 millones adicionales para hacer frente al pago de la carrera profesional. El alcalde destacó asimismo que, por primera vez, los presupuestos contemplan un gasto de 1 millón para la ejecución de los cinco proyectos seleccionados en el proceso de presupuestos participativos.

De esta forma, se abordará la primera fase del futuro bosque urbano de sa Riera y la protección del espacio natural de es Carnatge. Asimismo, 200.000 euros se destinarán a la recuperación del edificio de GESA, se ampliará la red de carriles bici además de sembrar más árboles e instalar juegos infantiles en los parques.