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Empresa pública

Emaya prevé ingresar 40 millones con las nuevas tarifas para cubrir los gastos

La empresa municipal dedicará 8,6 millones de euros a la compra de agua el próximo año y 17,9 en salarios del personal

Las tarifas deben cubrir el coste del servicio incluyendo la captación y distribución de agua.

­La nuevas tarifas de agua potable que la Empresa Municipal d´Aigües i Clavergeram (Emaya) aprobó en su último consejo de administración deben cubrir un coste estimado por la compañía pública de 40 millones, pese a que solo se prevé comprar líquido para asegurar el suministro por un importe de 8,6 millones.

La facturación prevista por la empresa para el próximo año por este concepto es de 28 hectómetros cúbicos, un volumen de agua similar al del presente año, aunque uno más que el facturado en 2015.

Si bien se prevé comprar agua al Govern procedente de la desaladora de agua de mar y del trasvase de sa Marineta por un importe de 8,6 millones, este no es el único desembolso que la empresa debe afrontar con los ingresos tarifarios, puesto que hay que sumar una serie de gastos entre los que se incluyen los de personal y seguridad social, el consumo de energía, reparaciones, las cargas financieras y los costes de amortización.

De esta forma, los costes de personal atribuibles al servicio de suministro de agua potable, que incluye tanto la captación como la distribución, que deben cubrirse por ingresos tarifarios es, según la empresa, de 17,9 millones. Los trabajos, suministros y servicios exteriores, suman un total de 5,7 millones, mientras que la carga financiera es de otros 4,2 millones.

A las anteriores cantidades hay que sumar además otros 4,3 millones de otros gastos, además de los 8,6 correspondientes a las compras de líquido. La empresa no calcula la obtención de beneficios por este servicio.

Teniendo en cuenta que se estima que el próximo año se facturarán 28 hectómetros cúbicos de agua y que el volumen económico a recaudar mediante la aplicación de tarifas es de 40,8 millones, la tarifa media por metro cúbico de agua facturado es de 1,4565 euros.

Las tarifas de agua no se habían modificado desde 2013, excepto por lo que se refiere a la introducción de la gratuidad de las familias de bajos ingresos aprobada en 2014.

El incremento de las tarifas se justifica por la necesidad de adquirir los 8,6 hectómetros cúbicos de agua al Govern debido a la sequía, una situación que, según la empresa, se producirá también en los próximos ejercicios dada la necesidad de recargar los acuíferos en el caso de que la pluviometría fuera más elevada que en 2016.

La modificación también se produce por la recomendación realizada por el Govern a los ayuntamientos de revisar las tarifas dada la situación de alerta por sequía en la que nos encontramos.

Con el fin de que los incrementos no afecten a los consumos más bajos, la empresa ha decidido bonificar aquellos que no superen los 10 metros cúbicos mensuales.

De esta forma se asegura que el 72% de las familias no se verán afectadas por el incremento de las tarifas. Dado que la bonificación prevista es del 7% para el consumo doméstico incluso se puede dar la circunstancia de que en algunos casos se produzcan una disminución de la factura de entre el 0,5 y el 1%.

La cuota fija no sube, por lo que el impacto del incremento se minimiza para los consumos bajos y crece para los más elevados, gravando el consumo y no el servicio.

El hecho de que una vivienda tenga contador individual o comunitario no afecta al precio del agua ni a la aplicación de la tarifa, según la empresa. Si una finca dispone de contador comunitario el consumo total se divide por el número de viviendas y si el atribuido a cada casa no supera los 10 metros cúbicos mensuales se aplica también la bonificación propuesta del 7%, lo que supone que la factura a pagar por las familias no aumentará.

Unificación en hoteles

En el caso de los hoteles se introduce también una modificación con el fin de penalizar los consumos más elevados. Hasta ahora se aplicaba una tarifa progresiva idéntica a la del consumo doméstico, en función del número de plazas del establecimiento.

No obstante, se aplicaba una equivalencia de plazas turísticas diferente según la categoría del establecimiento que favorece a los hoteles de 3, 4 y 5 estrellas frente a los de una y dos estrellas. Se puede dar el caso de que un establecimiento de una o dos estrellas paga el doble que otro de cuatro o cinco estrellas por la misma cantidad de agua consumida.

La propuesta aprobada inicialmente pretende "corregir esta disfunción", equiparando las tarifas y penalizando los consumos más elevados independientemente de la categoría del establecimiento. Por ello, los hoteles de 4 y 5 estrellas serán los que experimentarán unas subidas más elevadas cuando entren en vigor las nuevas tarifas.

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