Unos sesenta voluntarios acudieron ayer a la campaña de limpieza en es Carnatge, el único tramo del litoral de la bahía de Palma sin urbanizar. Era una demanda social. Tanto es así que el proyecto presentado por la asociación de vecinos al programa municipal de presupuestos participativos ha sido el ganador, y el próximo año contarán con 300.000 euros "para recupera una zona que cuenta con importantes valores naturales y culturales", expresó Neus Truyol.

La presidenta de Emaya fue una más entre el variopinto grupo de personas que se animaron a eliminar residuos de las playas y las canteras. En total se extrajeron unos 340 kilos, recogidos y separados por Emaya. "Hemos encontrado de todo, colchones, sillas, una tabla de surf, condone...", expresó una de las voluntarias. Otro, Jaume Salas, acudió con sus hijos, Miquel y Biel, de 7 y 5 años, "para enseñarles que también se recicla fuera de casa; se han quedado muy sorprendidos de que la gente tire tanta basura al lado de la playa", expresó.

La actividad contó con el apoyo del Gob, Greenpeace, y científicos del Imedea como Francesca Iuculano, que realizó una cata de agua. También estuvieron los de la sección animalista de EU, muy preocupada por el futuro de la cala Pudent, la única apta para el baño canino. "Se va a mantener igual que la zona de libre acceso para perros", indicaron desde Emaya.