Solo cuatro de cada diez viviendas de la ciudad disponen de contador individual de agua, según los datos proporcionados por la Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya). Desde esta empresa pública se pretende dar un vuelco en los próximos años a esta situación con el fin de incentivar el ahorro de líquido.
Para ello desde la empresa se está preparando un plan, que será dado a conocer a lo largo del presente mes de noviembre, según la teniente de alcalde de Medio Ambiente y presidenta de Emaya, Neus Truyol, con el fin de promover la instalación de estos aparatos de medida que permiten que cada familia sepa cuál es su consumo de agua en lugar de quedar diluido con el del resto de las viviendas de la finca como ocurre con los contadores comunitarios.
En estos momentos, según los datos proporcionados por la empresa hay instalados en la ciudad un total de 9.891 contadores comunitarios, que corresponden a 102.000 viviendas. A la anterior cantidad hay que añadir los 68.085 contadores individuales, correspondiendo cada uno de ellos a una vivienda. De esta forma se comprueba que aún hay más viviendas que disponen de contador comunitario que individual, aunque en los últimos años se ha producido un progresión de la instalación de estos últimos.
De esta forma, en 1991 había en la ciudad 10.467 contadores comunitarios y 32.609 individuales. Diez años después los comunitarios eran 11.148 frente a los 39.600 individuales.
En 2011 los sistemas de medición comunitarios habían descendido a 10.385, mientras que los individuales se habían casi duplicado alcanzando la cifra de 62.488. Esta tendencia se acentuó a lo largo de 2015, cuando los contadores individuales pasaron a ser 68.085, lo que supone que han experimentado un incremento del 8,9% en relación a 2011.
En este aumento de los sistemas de medición individual influyen varios factores, entre ellos el hecho de que todas las nuevas promociones de viviendas deben disponer de contadores individuales.
Paralelamente Emaya facilita el cambio del sistema comunitario al individual financiando la sustitucióndurante dos años sin intereses. El coste medio de la operación oscila entre los 700 y 1.500 euros por vivienda.
Para realizar la sustitución no es necesario el acuerdo unánime de la comunidad de propietarios ni que instalen contadores individuales todos los vecinos ya que, según la información facilitada por Emaya, se pueden "separar" solo los que quieran.
Desde la empresa se asegura asimismo que desde hace varios años ya no hay problemas técnicos ni de presión del agua que imposibiliten que en determinadas zonas o calles se pueda efectuar el cambio. No obstante, en algunas comunidades antiguas existen problemas derivados de su instalación interna.
