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Esculturas en fachadas 4

Lucha y bucolismo en Can Salvà

El arquitecto Francesc Casas Llompart (1905-1977) y el escultor Antoni Font i Mas (1905-1984) mantuvieron una larga y fecunda colaboración profesional...

La escena bucólica de Antoni Font en Can Salvà.

El arquitecto Francesc Casas Llompart (1905-1977) y el escultor Antoni Font i Mas (1905-1984) mantuvieron una larga y fecunda colaboración profesional que se extendió a edificios tan significados como Can Marquès (sobre el que ya hemos escrito), el del Gobierno Civil (actualmente Delegación del Gobierno) u otro de la plaza de Santa Eulàlia (al que nos referiremos en otro artículo). El que hoy nos ocupa se encuentra en la esquina del Passeig Mallorca con la plaza de es Fortí y es conocido como Can Salvà.

Se trata de una obra promovida por Bernardo Salvà entre 1943 y 1942. Según Miquel Seguí Aznar, Casas fue un seguidor del racionalismo desde sus tiempos en el GATCPAC (Grup d'Arquitectes i Tècnics Catalans per al Progrés de l'Arquitectura Contemporània). Sin embargo, en edificios como el que nos ocupa "este lenguaje [el racionalista] no aparece puro sino con rasgos expresionistas o bien con elementos Art Deco o neocubistas".

Esta guinda la pone el escultor Font con los dos altorrelieves ubicados en la cuarta planta de Can Salvà de la fachada que da al Passeig Mallorca y una línea de guirnaldas que se encuentra en un nivel inferior a los dos grupos escultóricos. Se localizan en los dos extremos de un balcón corrido. Todos las hemos visto, son realmente llamativas, cuando circulamos por las avenidas frente al instituto en dirección a poniente. Otra cosa es que nos hayamos fijado en ellas con cierto detalle.

El conjunto de la izquierda es una escena desgarradora en la que participan tres mujeres y un varón en un ambiente casi selvático por la presencia de árboles y plantas silvestres. El hombre parece luchar contra una fiera para defender a las féminas. La escena de la derecha es radicalmente opuesta. La violencia se transforma en placidez. El combate se transforma en un ambiente bucólico en el que cinco figuras femeninas y masculinas realizan las tareas propias del campo. La recogida de los frutos y la siega del trigo. Los dos grupos destilan una fuerte carga expresiva que se aprecia incluso desde la distancia.

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