La avenida de Jaume III estará en obras durante los próximos tres meses. Los trabajos comenzaron ayer por sorpresa sin que el Ayuntamiento de Palma hubiera avisado con antelación a la ciudadanía del corte en el tráfico en un punto tan sensible de la ciudad.

Los dos carriles de subida hacia el paseo de Mallorca quedaron cerrados ayer por la mañana desde la plaza de las Tortugas hasta la calle de Bonaire. Conos, señales de prohibido y triángulos de obra marcaban la restricción. Policías municipales vigilaron también en el lugar.

Pero el corte no duró solo un día, sino que se alargará hasta que finalicen las obras que realiza Emaya en el subsuelo de la avenida. El caos que generó ayer el Ayuntamiento de Palma no se tradujo solo en el tráfico (había conductores y transportistas perdidos que se enteraban de las obras al llegar a las Tortugas), sino que el desconcierto también se extendió a la información facilitada sobre las obras.

Diferentes fuentes del Ayuntamiento ofrecían hasta cuatro fechas distintas sobre la duración de las obras. En la web del Institut Municipal de Coordinació d'Obres Viàries, el organismo que debería estar al tanto de todas las obras que se hacen en la calle, afirman que los trabajos finalizarán el 31 de octubre, es decir, dentro de tres semanas. Los policías locales que estaban a pie de calle informaban a los viandantes que Jaume III estaría cortada durante un mes y medio.

La EMT eleva la cifra hasta los dos meses y una semana. Según los carteles que colocó ayer en las paradas de bus, el 15 de diciembre se prevé la reapertura de la calle. Sin embargo, Emaya -que es el organismo encargado de ejecutar los trabajos- afirma que durarán trece semanas (un poco más de tres meses), aunque podría darse el caso de que la calzada se reabriera antes al tráfico.

La misma confusión que existe en la administración municipal se trasladó a la calle. En las paradas anuladas de bus había gente esperando hasta que se sorprendían al ver el cartel o bien hasta que algún buen samaritano se molestaba en informarles.

Las líneas 3, 7, 20 y 46 de la EMT serán desviadas durante el tiempo imprescindible para ejecutar las obras, pero solo en sentido de subida. Los buses de estas cuatro líneas se desvían por las avenidas y el paseo de Mallorca. Una vez allí se incorporan a su ruta habitual.

A pie de calle todo eran quejas. Isabel Montull o María Caldentey fueron dos de las afectadas por el cambio de líneas. "Me lo estoy encontrando ahora. No tengo ni idea de lo que hay que hacer. La EMT funciona fatal", afirmó Caldentey. Francisca Prohens, usuaria esporádica, tampoco estaba al corriente y estaba esperando un bus que nunca pasaría. El taxista Toni Calaf protestó por las fechas elegidas para las obras: "Podrían haber esperado un mes". El transportista Antonio Martínez se quejó de la falta de información.

Mejorar el alcantarillado

Las obras sorpresa de Emaya servirán para mejorar la red de alcantarillado de Jaume III, Tortugas y la calle de la Unió porque se desbordaba en caso de lluvias demasiado intensas. La consecuencia era que algunos comercios y aparcamientos subterráneos se inundaban.

La tubería de aguas residuales y pluviales de Jaume III duplica su diámetro para poder transportar mayor caudal. Se sustituirá un tramo de unos 280 metros de longitud. También se colocarán cuatro imbornales nuevos (tres en Unió y uno en Jaume III) para recoger más agua de lluvia. Además, se ejecutarán otras obras menores en dos colectores de aguas y en un sifón instalado en Tortugas. Los trabajos tienen un presupuesto de 158.000 euros.

En el comunicado emitido ayer por la mañana, Emaya pidió disculpas por las molestias de las obras y destacó que los trabajos son importantes para resolver una molestia para vecinos y comerciantes.