El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) no decidirá todavía sobre la licencia de juego del Casino Teatro Balear. El tribunal autonómico ha decidido esperar a que antes se decida si el salón de juegos se puede ubicar donde antes estaba el Bingo Balear, es decir, en la plaza del Comtat de Rosselló.

Los promotores del bingo tienen tres pleitos pendientes contra el Ayuntamiento de Palma, que nunca les ha autorizado el casino porque contraviene la normativa urbanística del centro histórico de Palma. El TSJB acordó el pasado lunes en un auto esperar a que se resuelvan estos tres contenciosos contra Cort antes de decidir sobre la licencia autonómica del Govern.

Por ello, el tribunal suspende el proceso judicial contra el Govern balear hasta que haya sentencia en aquellos tres juicios. El TSJB razona la decisión en que se debe evitar el riesgo de que unas sentencias se contradigan con la suya.

En el presente caso, la empresa Casino Teatro Balear demandó a la Conselleria de Trabajo porque declaró la caducidad de la licencia de juego. La entidad argumenta que, si el casino no se pudo abrir en el plazo marcado, fue a consecuencia de lo que considera "una ilegal actuación del Ayuntamiento de Palma".

La licencia para abrir el segundo casino en Mallorca fue concedida en noviembre de 2013 y la empresa ganadora tenía un plazo de doce meses para abrir las instalaciones. El Casino Teatro Balear solicitó una prórroga de seis meses, que expiró coincidiendo con las elecciones municipales y autonómicas de 2015. Tras la llegada del nuevo Govern balear, la caducidad de la licencia de juego -acordada en agosto de 2015- fue una de las primeras medidas que tomó el conseller Iago Negueruela tras llegar al Ejecutivo.

El conseller de Trabajo, Iago Negueruela, consideró ayer que la decisión del TSJB es razonable. En cualquier caso, recordó que se trata de una cuestión heredada de los anteriores equipos de gobierno del PP, tanto en el caso de su departamento como el del consistorio de la capital.

En caso de que el Casino Teatro Balear mantuviera la licencia de juego autonómica, seguiría sin poder abrir sus instalaciones en el edificio de Comtat del Rosselló.

El Ayuntamiento de Palma ha insistido en los últimos años en que el salón de juegos vulnera la normativa urbanística de la capital por diversos motivos: la superficie total construida del local es superior a 300 metros cuadrados (el proyecto del casino quintuplica ese límite), porque no dispone de plazas de aparcamiento y porque el edificio del antiguo Bingo Balear es contiguo a viviendas de particulares.