El Ayuntamiento de Palma expedientó el pasado mes de marzo al propietario de los terrenos situados en la finca de Son Oliver en los que, en 2015, se vertieron escombros sin permiso de forma irregular. Por su parte, la conselleria de Medio Ambiente mantiene desde septiembre de 2015 un expediente sancionador por vertidos en esta finca por el cambio de uso forestal sin autorización, lo que podría representar una infracción grave de la ley de montes, sancionada con hasta 100.000 euros.

La dirección general de Espacios Naturales y Biodiversidad abrió el expediente a raíz de dos actas de los agentes de medio ambiente de la conselleria que detuvieron los vertidos y los movimientos del suelo que se habían producido.

Con posterioridad, el Ayuntamiento de Palma abrió un expediente de disciplina urbanística, que concluyó el pasado mes de marzo con la orden de que el propietario proceda a la retirada de los escombros y a la restitución de las obras realizadas.

Según los celadores municipales el movimiento de tierras y el vertido afecta a la totalidad de una parcela de 7.800 metros cuadrados.