El Ayuntamiento de Palma estudiará desmantelar y transformar la pista polideportiva de Can Baró en otro tipo de equipamiento público que no provoque un constante exceso de ruido a los vecinos. La idea la explicó ayer la concejala de Deportes de Cort, Susanna Moll (PSOE), tras ordenar el cierre inmediato del recinto deportivo situado en el barrio de Son Armadans.

La instalación que gestionaba el Institut Municipal de l'Esport (IME) fue clausurada el pasado martes por la tarde. Cinco meses después de recibir la orden de un juez, el IME ha dado ahora el primer paso para cumplir la sentencia que les ordenaba clausurar el recinto por las molestias acústicas que causaba en el vecindario.

Una trabajadora del IME colocó a media tarde un cartel en la puerta principal del recinto para informar a todos los usuarios que la instalación queda cerrada hasta nueva orden.

Sin embargo, para cumplir con la totalidad de la sentencia, el organismo municipal debe retirar las porterías y mejorar el vallado para prevenir que los vándalos se puedan colar. Todavía no hay fecha para ello.

La respuesta pendiente es qué pasará ahora con la pista municipal. El juez dice que, para reabrirla, deben tomar medidas de insonorización. El Ayuntamiento replica que esa solución no es viable e implicaría construir un polideportivo cerrado.

Por ello, como alternativa, la concejala Moll sugirió ayer la colocación de máquinas de gimnasia para la tercera edad o de alguna actividad que no suponga molestias vecinales.

También queda por resolver dónde se realojarán los tres colegios (uno privado y dos concertados) y el club de patinaje que entrenaban en la cancha cada día en horario de mañana y tarde.

Una de las escuelas acudió ayer a primera hora de la mañana a recoger el material deportivo y realizar las sesiones de Educación Física en el propio colegio hasta encontrar otro espacio que se adapte a sus necesidades. Moll se comprometió a hablar con el Govern balear para reubicar a los tres centros educativos.