El inicio del curso político en el Ayuntamiento de Palma se ha caracterizado por la convocatoria de concentraciones de varios colectivos ciudadanos en las plazas de Cort y de Santa Eulàlia en protesta por decisiones adoptadas por el tripartito.

Las protestas se trasladaron también al interior del salón de plenos en el que se celebraba ayer la primera sesión ordinaria después de las vacaciones estivales, sin que ninguno de los colectivos convocantes excepto el de trabajadores de la EMT consiguiera cambiar los acuerdos adoptados por el equipo de gobierno.

Unos cincuenta trabajadores de la empresa municipal de transportes, con la presidenta de su comité al frente, Isabel Serra, se manifestaron contra la política de externalizaciones llevada a cabo por la empresa en los últimos años y por la decisión del equipo actual de contratar a una empresa para, de forma extraordinaria, realizar el servicio de información y cobro en el aeropuerto.

El concejal de Movilidad, Joan Ferrer, negó que la decisión supusiera la externalización de este servicio. Aceptando una propuesta del grupo municipal de Ciudadanos se comprometió, votada también favorablemente por el PP, a estudiar la asunción por parte de la empresa del servicio de mantenimiento de los autobuses, adjudicado a finales del pasado mandato a Asitsa por más de 7 millones. Otro colectivo que se manifestó en la plaza de Cort y que trasladó posteriormente su reivindicación de nuevo ante el pleno fue el de sa Feixina no se Toca, que aglutina a más de 20 entidades en contra del derribo del monumento en honor al crucero Baleares.

En el pleno intervinieron a favor del mantenimiento del monumento el presidente de la asociación de Vecinos del Molinar, Miquel Obrador, el arquitecto Joan González de Chaves y el estudioso Juan José Valle.

Todos ellos apoyaron la proposición del grupo municipal del PP, defendida por la concejala Lourdes Bosch, en la que se solicitaba la inclusión en el catálogo de edificios a proteger a las estatuas y monumentos de la ciudad, entre los que se incluía el de sa Feixina.

Por último, un colectivo de cazadores se concentraron en Santa Eulàlia y posteriormente intervinieron en el pleno en protesta por la no adhesión de Cort al plan marco de caza del Consell de Mallorca, lo que impide que se pueda cazar en los terrenos libres del municipio que no están incluidos en algún coto de caza.