El mal estado de la red de tuberías de agua potable de Palma volvió a demostrarse ayer con la aparatosa rotura de una canalización en la plaza de Madrid. La avería no solo provocó pequeños cortes en el suministro, sino que también colapsó el tráfico en una de las calles más transitadas de la ciudad y en hora punta de acceso a las escuelas.

La avería tuvo lugar poco antes de las siete de la mañana y quedó subsanada minutos antes de las siete de la tarde, hora a la que se reabrió la circulación en los cuatro carriles de la plaza de Madrid.

A las 6.48 horas, los servicios de emergencias recibieron el aviso de que un chorro de agua emanaba en mitad de la calzada en la confluencia de la plaza de Madrid con la avenida de Argentina.

La presión de la tubería -una arteria de distribución, es decir, una tubería de agua potable de tamaño mediano- hizo que se encharcaran los alrededores de la plaza. La Policía Local, los Bombers de Palma y los operarios de Emaya se movilizaron para dirigir el tráfico y contener la avería.

Según Emaya, la rotura se habría producido por la bajada repentina de las temperaturas -especialmente durante las noches-, que habría afectado las tuberías. La mayoría de canalizaciones subterráneas de la ciudad tienen entre 40 y 50 años de antigüedad, por lo que están al fin de su vida útil.

Los trabajadores de la compañía pública sustituyeron unos diez metros de tubería, repartidos en dos tramos de la calzada y encima de la plaza. Apenas hubo vecinos afectados: quince bloques de pisos, según datos de Emaya.

También se vieron afectados otros tres barrios de la ciudad por otra avería distinta. En el Molinar, el Coll d'en Rabassa y Can Pastilla se produjo una nueva rotura -y ya van tres días seguidos- en la tubería de la calle de Llucmajor, la vía principal de la barriada. En ese caso la incidencia quedó reparada a primera hora de la tarde y los 9.000 abonados afectados durante la mañana recuperaron entonces el suministro de agua.