La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Palma ha aprobado este miércoles iniciar la actualización de la Ordenanza Municipal de limpieza, desechos y residuos sólidos urbanos y, entre sus novedades, contempla un incremento de las sanciones, que se elevan hasta los 3.000 euros por abandonar residuos peligrosos en la calle. También incluye la posibilidad de sustituir y conmutar las multas por trabajos a la comunidad.

El objetivo del Consistorio pasa por adaptar esta normativa a los nuevos requerimientos legales a nivel estatal, además de introducir una vertiente de implicación social.

Las sanciones han sido definidas en base a la Ley de Residuos 22/2011 y la cantidad, de la ley de bases del régimen local. Así, en el caso de las sanciones leves, que antes eran de entre 30 y 300 euros, podrán llegar ahora hasta los 750 euros (por ejemplo, abandonar un trasto fuera de hora).

En relación con las graves, antes la cuantía era de entre 300 y 900 euros y ahora, entre 750 y 1.500 euros y, en referencia a las muy graves, antes eran de entre 900 y 1.800 euros y ahora, entre 1.500 y 3.000 euros (por ejemplo, dejar una nevera en la calle por tratarse de un residuo peligroso).

El proyecto será trasladado ahora a los partidos políticos para que puedan formular alegaciones y, después, irá a pleno para ser aprobado de forma inicial. Después se abrirá un periodo de exposición pública para que la ciudadanía pueda presentar alegaciones. Finalmente, la ordenanza se aprobará de forma definitiva por el pleno del Ayuntamiento.

"La ordenanza es una herramienta para conseguir una Palma más limpia y sostenible y, también, introducirá una vertiente de educación ambiental y de implicación social", ha explicado la concejala de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal y portavoz del equipo de gobierno, Neus Truyol.

El proyecto se sustenta así en tres ejes vertebradores: fomento del reciclaje -se introduce la posibilidad de bonificaciones a aquellas personas que hagan una buena gestión de los residuos, se introduce el reciclaje de la materia orgánica y se incluye la separación de la recogida de los residuos del sector hotelero y comercial de la domiciliaria-; fomento de la reutilización -intercambio de objetos en los puntos verdes-, y fomento de la prevención de residuos -"queremos intentar que los residuos no crezcan y disminuyan", según Truyol-.

La regidora ha explicado que, entre las novedades, se incluye la prohibición de llevar cristales a las playas y la posibilidad de prohibir las bolsas de plástico de un solo uso. Este último punto, ha subrayado, requiere un trabajo coordinado con el sector comercial y empresarial.

El proyecto de ordenanza incluye los nuevos sistemas de recogida de residuos (puerta a puerta comercial, hotelero y restauración y la recogida del centro) y abre la posibilidad de puerta a puerta domiciliaria.

También introduce cómo tratar una serie de residuos no contemplados en la norma anterior (como los medicamentos) y marca que los residuos deben tratarse de forma igual tanto en los espacios naturales como en el espacio urbano. Además, en relación con los mercados municipales, incorpora el puerta a puerta y la obligatoriedad de hacer la recogida selectiva de residuos.