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Medio ambiente

Una barca a todo gas en busca de la sostenibilidad

David Curto y Moisés Cruañas son los creadores de la primera embarcación que recoge basura sin contaminar

David Curto y Moisés Cruañas en uno de sus barcos. M. BENLLOCH

David Curto y Moisés Cruañas se conocieron cuando ambos estaban estudiando mecánica naval en la Escuela Náutica de Cataluña. Durante siete años Cruañas trabajó en un servicio de limpieza de puertos y costas en Cataluña y Balears. Fue en ese momento cuando supo que algo fallaba en esas embarcaciones. Se dieron cuenta de que a pesar de recoger residuos, también contaminaban. El motor que usan estos barcos, normalmente, funcionan con diésel y dejan manchas en el mar. Veían contradictorio limpiar las costas de plásticos y otros residuos a la vez que lo contaminaban.

En 2013 Curto y Cruañas pusieron en marcha Ona Safe & Clean, una empresa que se dedica, entre otras prestaciones, a dar servicios de limpieza de costas y a vender unas embarcaciones, que ellos mismos diseñan. Lo que las diferencia son que usan un motor a gas. ¿Y por qué el gas? Decidieron utilizarlo porque "en el mercado hay mucho material para automóviles", además "es una transición hacia energías más limpias, menos dolorosas y más económicas", aseguran los mecánicos. Lo que hicieron fue transformar motores convencionales para que funcionaran con gas. Los operarios navales afirman que el cambio es sencillo, al igual que su instalación en el barco. El precio también fue un factor decisivo, puesto que es muy barato respecto a combustibles como el gasoil. Sus motores no dejan rastro en el mar en comparación a los de diésel.

Como Homero en la Odisea, este par de mecánicos navales vivieron una aventura. Llegar hasta donde están ahora no fue fácil. No contaron con financiación de gobiernos o empresas privadas, solo con su propio capital. Hicieron el primer prototipo en 2014. El grupo Fomento de Construcciones y Contratas les dio una oportunidad: "Fabricamos para ellos unas embarcaciones". Gracias a esas ventas, pudieron actualizar y mejorar las barcas que llevaron al puerto de Palma.

Destacan que Repsol se comprometió con Ona Safe & Clean "por ser la punta de la lanza" a proporcionarles gas para el repostaje de estas embarcaciones, en función de la normativa portuaria de cada lugar. Ahora también han conseguido que el Govern les dé una oportunidad. Durante quince días la empresa pública Abaqua probará su funcionamiento para estudiar si en el futuro les interesa comprarlas.

El funcionamiento

Sus embarcaciones pueden tener una eslora de hasta 8,5 metros. Los creadores aseguran que se puede transportar en un remolque convencional.

En la proa del barco se encuentran dos brazos, uno a cada lado. Cuentan con una red, con la que recoger plásticos e hidrocarburos. Cada uno puede aguantar hasta 80 kilos de peso. Además, las redes se cambian en función del material que deseen recolectar. Hay unas especiales para limpiar el mar de hidrocarburos. Pueden recoger basura desde cada lado o bien a modo de cuchara, como si fuera una excavadora en la proa del barco.

Cuando las redes están llenas, los brazos se alzan y la basura cae en unas cajas de plástico. En ese momento el contenido se pasa a meter en bolsas de escombros. Con este sistema, las personas que están abordo no tocan los residuos directamente.

Cruañas explica que las embarcaciones "también pueden cumplir la función de cubierta de rescate", ya que es un barco rápido en comparación a las convencionales", señalan.

Querían conseguir un equilibrio y lo consiguieron. Las barcas no solo no contaminan el mar, sino que también lo limpian de basura. "Pensamos que los residuos nunca van a desaparecer, hay zonas del mar totalmente cubiertas de plástico y el Mediterráneo no es ninguna excepción, sobre todo porque hay países que arrojan la basura directamente al mar", asegura Cruañas.

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