El palacio municipal de deportes Son Moix se vistió ayer de gala para conmemorar su cuarenta aniversario al servicio de la ciudad. Una gran fiesta a la que asistieron unas 500 personas sirvió de excusa para recordar la historia del recinto y su "función deportiva y social", según destacó la concejala Susanna Moll (PSOE).

La actual responsable de Deportes de Cort afirmó en su discurso que durante los últimos 40 años Son Moix "ha sido testigo del trabajo y del aprendizaje de generaciones de palmesanos y palmesanas que han conseguido sus retos y sus sueños deportivos".

Para Moll, el polideportivo "no solo es una simple infraestructura importantísima para la ciudad, sino también un símbolo de vida moderna, de la vida saludable, de la universalización de la práctica del deporte, de la concienciación de la necesidad de dar a todo el mundo la posibilidad de disfrutar, grandes y pequeños, personas con diversidad funcional, en definitiva, todo el mundo".

El acto permitió rendir un homenaje a tres trabajadores que han marcado el devenir de las instalaciones deportivas. El responsable de mantenimiento, Enrique Fernández, el exdirector del palacio y empleado del IME Àngel Sastre, y el primer responsable deportivo de Son Moix y exgerente del IME, Joan Ordinas, recibieron un pequeño homenaje durante la parte institucional.

Pero el acto de conmemoración sobre todo fue una fiesta. Una ensaimada gigante elaborada por la Associació de Forners i Pastissers de Balears dio la bienvenida a la celebración a modo de pastel de cumpleaños. La música de la banda de Son Rapinya y las actuaciones de Maria Bimbolles y Lorena Ares acompañaron a los asistentes hasta bien entrada la noche, momento en que se proyectó sobre la fachada del polideportivo una proyección audiovisual sorprendente. Minutos después, la pared exterior del edificio quedó vestida con una nueva iluminación de colores para mostrar que Son Moix ayer estaba de fiesta y que le quedan muchos más años de vida.