Los recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) puestos al cobro en periodo voluntario desde ayer hasta el próximo 15 de septiembre suben una media del 3,5% para las viviendas más modestas, cuyo valor catastral no supere los 61.974 euros.
Por el contrario, los recibos de la contribución urbana correspondientes a los inmuebles residenciales con un valor superior al citado anteriormente, bajan una media del 0,5%. Esta situación se produce porque el año pasado el actual equipo de gobierno, con la intención de congelar el IBI, bajó el tipo municipal un 1,5%, mientras los valores catastrales subían un 5%.
Además, a los inmuebles con un valor superior a 61.974 euros hasta diciembre del año pasado se les aplicaba un incremento del 4%, que suprimió el gobierno de Mariano Rajoy. De ahí que en este caso, con la bajada del tipo municipal, se veían beneficiados con una reducción del recibo de un 0,5%.
Esta contradicción entre la voluntad del equipo de gobierno de congelar el impuesto y subirlo en realidad a las viviendas más modestas fue explicado por el concejal de Hacienda, Adrià García, por la dificultad de anular completamente en todos los casos el efecto del aumento de los valores catastrales, que es de un 5% anual.
De hecho, si se hubiera rebajado el tipo municipal para compensar completamente este incremento, las viviendas de mayor valor se hubieran visto aún más beneficiadas, puesto que sus recibos se hubieran reducido en una media de un 4%.
Además destacó que, con esta medida, el efecto recaudatorio de este impuesto para las arcas municipales será prácticamente nulo puesto que este año se prevé recaudar en concepto de IBI 90,6 millones, una cifra similar a la del año pasado.
