Ni una ni dos, sino que fueron una decena las bestias de fuego que ayer se encendieron durante un desfile especial por el centro de Palma en el que las feroces alimañas brillaron gracias a la pirotecnia.

El paseo sirvió como acto se clausura de la segunda edición de la Muestra de Bestias de Fuego y Máscaras de Demonios que hasta ayer tuvo lugar en el Centre de Història i Cultura Militar de Balears de la calle de Sant Miquel. De allí salieron los bichos hacia las ocho de la tarde.

Na Cendrada de Binissalem dio un susto a los presentes cuando la figura les resbaló a los miembros de su agrupación mientras la estaban montando. Sin embargo, recibieron ayuda del resto de colles y una sonora ovación del público al terminar de subir la figura a su barril.

Dos batucadas -Foc i So y Kinfumfà- fueron animando la espera. Una hora después, pasadas las nueve de la noche, comenzó el fuego, donde cada una de las bestias tuvo protagonismo.

Una a una fueron entrando a la plaza de Espanya desde la Porta Pintada. De repente se apagaron las farolas y el ruido de tambores anunciaba que lo más espectacular estaba por llegar. A los pies de Jaume I encendieron la mecha del Drac de Sant Jordi, la primera bestia que bailó ante la concurrencia.

Fue un acto ágil en que las bestias bailaron con fuego entre medio y un minuto. Los petardos y las chispas se fueron alternando con las ovaciones y los gritos de sorpresa. El Drac de na Coca, anfitrión de la fiesta, fue el último en salir a desfilar.

Para completar el programa festivo, hoy a partir de las 9.15 horas tendrá lugar el décimo encuentro de gigantes de Mallorca. Las tallas se plantarán en Sant Miquel, a la altura de Oms, y una hora después saldrán en un pasacalles hacia la plaza Major, Cort y el Born, adonde llegarán hacia las 12 horas. Hacia las 12.30 horas está previsto que todos los gigantes bailen de forma conjunta amenizados por la música del grupo Al-Riyad.