Una media de 300 agentes de la Policía Local controlarán el tráfico y la seguridad a partir del lunes, día en el que comienzan las clases, en las inmediaciones de los 153 centros de enseñanza existentes en la ciudad.

A cada centro se le ha asignado un nivel de prioridad definido por una serie de factores y se incluyen en tres categorías. Un total de 48 centros están en el denominado nivel A o prioritarios, en los que la vigilancia policial se cubre sin excepción. Otros 46 colegios están considerados de nivel B o medio. En este caso, el servicio se cubre cuando no hay urgencias que atender. En el resto de centros educativos, clasificados como nivel C o no prioritario, la vigilancia se cubre de forma rotatoria cuando las posibilidades del servicio lo permiten.

En esta ocasión hay diez agentes más de media que en el curso anterior asignados a este servicio, que se presta en horario de mañana y tarde. Según la concejala de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor, también se ha mejorado la coordinación entre las distintas unidades, puesto que se han asignado dos agentes a la emisora que se encargarán exclusivamente de evaluar en cada momento las necesidades de servicio en las inmediaciones de cada uno de los centros. De esta forma se espera disponer de una información mejor y más detallada que permita desplazar con más celeridad a los agentes a los lugares que sean necesarios en cada momento.