El lujosísimo crucero Seven Seas Explorer hizo escala ayer en el puerto de Palma. Perteneciente a la naviera Regent Seven Seas Cruises, especializada en cruceros del más alto nivel, era la segunda vez que el buque visitaba la Bahía, pero ha sido en esta ocasión en la que se ha celebrado a bordo el habitual acto en el transcurso del cual fue entregada al capitán, Stalislas Mercier de Lacombe, una metopa conmemorativa por parte de la Autoritat Portuària. El Seven Seas Explorer no es un crucero más de los muchos que visitan Palma a lo largo del año, sino que está un escalón por encima de la mayoría en cuanto a lujo y sofisticación.

El barco es de recientísima construcción, dado que el acto oficial de entrada en servicio fue el pasado 16 de julio en Montecarlo, siendo amadrinado por la princesa Charlene y, a pesar de tener 224 metros de eslora y 55.254 toneladas de registro, sólo lleva como máximo 750 pasajeros, que pueden gozar así de muchísimo más espacio y evita la masificación y las colas que se pueden dar en otras naves. Además, lleva 650 tripulantes, lo que da idea del nivel de servicio del buque. A bordo, todos sus 377 camarotes son suites con balcón privado. Y por si fuera poco, hay obras de arte por doquier, incluidas algunas obras de Picasso. Con toda probabilidad es actualmente uno de los cruceros más lujosos del mundo.

En la escala de ayer, el crucero vino procedente de Eivissa y partió rumbo a Marsella, dentro de una travesía de diez días de duración que se inició el pasado 4 de septiembre en Barcelona y acabará en Civitavecchia, teniendo previsto visitar además Saint Tropez, Montecarlo, La Spezia, Livorno y Bastia.