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Informe

Cort calcula que se necesitan 36,5 millones para dejar como nuevos los colegios

Infraestructuras ha realizado un informe sobre el estado de los 54 centros públicos de Educación Infantil y Primaria existentes en la ciudad para determinar la prioridad de las actuaciones

En Joan Miró se han invertido 130.000 euros en pintura y la sustitución del pavimento de un patio.

El área de Infraestructuras del Ayuntamiento de Palma calcula que se necesita una inversión valorada en 36,5 millones para dejar como nuevos los 54 colegios públicos de Educación Infantil y Primaria existentes en la ciudad. Cort ha realizado un estudio sobre el estado funcional de los diferentes elementos constructivos de los centros en el que se establecen las prioridades de actuación de forma justificada en función de los perjuicios que un mal funcionamiento de los citados elementos podría causar a los usuarios.

El estudio ha sido remitido a la conselleria de Educación y ha sido validado por el Institut Balear de Infraestructuras y Servicios Educativos (IBISEC), responsable de la construcción y del mantenimiento de los elementos estructurales de los edificios. Con ello, tal como indicaron los concejales de Infraestructuras Rodrigo Romero, y la coordinadora general del área, Virginia Abraham, se pretende poner fin a las disputas existentes entre el Ayuntamiento y el Govern sobre sus respectivas competencias en materia de mantenimiento de los centros.

El documento asigna a cada elemento constructiva un determinado valor del 1 al 6, en el que el 6 se corresponde con los elementos más importantes y el 1 con los de menor incidencia en la funcionalidad del centro. De esta forma, tal como se acordó con el IBISEC se han priorizado los elementos estructurales, el estado de las cubiertas, la instalación eléctrica y la accesibilidad de los centros. Cabe señalar que en la priorización no se incluye la supresión de elementos con presencia de fibrocemento puesto que el IBISEC ya este ejecutando distintas obras para su eliminación como las que se realizan en es Pont.

Una vez que se hubieron catalogado los distintos elementos, se evaluó su estado de conservación y funcionalidad asignándoles cuatro niveles de conservación: bueno, aceptable, deficiente y muy deficiente.

De esta forma,se estableció también una puntuación global para cada centro combinando el grado de prioridad de cada elemento y su estado de conservación. Con la anterior metodología se realizó un listado con los centros en los que se necesita actuar de forma más inmediata y que acumulan elementos con la calificación de deficiente o muy deficiente. En este caso las obras necesarias para solventar estas situaciones se han valorado en 11,3 millones.

Coll den Rabassa, el peor

Según este listado, el colegio que acumula más elementos negativos es del Coll den Rabassa. Se trata de un centro construido en 1934 y que necesitaría de una inversión de 398.352 euros para solventarlos.

Le sigue el de Son Ferriol, con una inversión necesaria de 489.875 euros y el de Jaume I, construido en 1935 y que necesita un gasto de 472.991 euros para eliminar los elementos cuya conservación está considerada como deficiente o muy deficiente. En el listado de centros que acumulan elementos cuya cuya reparación es prioritaria se incluyen también el de Marian Aguiló con un gasto previsto de 446.279 euros, Costa y Llobera (303.112), Son Quint (808.462), sa Indioteria (305.872), Anselm Turmeda (601.066), Infant don Felip del Molinar ( 265.537), es Pil.larí (122.631) y Son Ferriol (768.479). El listado se completa con la enumeración de elementos cuyo estado de conservación es deficiente o muy deficiente de los 43 centros públicos restantes en función de su prioridad.

Cabe señalar que Escola Graduada no tiene en estos momentos ningún elemento cuya conservación sea considerada como deficiente o muy deficiente, por lo que en este apartado de 11,3 millones no se prevé ninguna cantidad a este centro.

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